En Quito ya no solo roban desconocidos, sino los propios ‘panas’. Es el caso de Arianna Cobo, de 22 años, a quien se le llevaron más de 600 dólares de su peluquería canina. La responsable del hecho, al parecer, fue una de sus mejores amigas.

Con este caso van 174 denuncias en el último mes por abuso de confianza, en Quito, según la Policía Judicial.

Cobo contó que conoció a la dizque ‘pana’ en una fiesta y que solía ayudarle con dinero y ropa. El martes, la chica fue a su local, ubicado en el sector de la Kennedy, en el norte de la capital. Hablaron y almorzaron juntas. Pero “se me hizo extraño que me preguntara si tenía cámaras de seguridad”. Al siguiente día, la amiga volvió a su local. Le ayudó a barrer y a arreglar las cosas

Cobo entró al baño y al salir, la sospechosa se había ido. Ella le llamó a su celular, pero estaba apagado. No le dio importancia hasta que fue a buscar dinero en unas sandalias donde lo guardaba y no había.

La mujer habló al ECU-911 para que le ayudaran rastreando su teléfono, pero no tuvo resultados. Luego recordó que cuando la presunta ladrona estaba en su local había llamado a un número.

No fue la única

Cobo se contactó con aquel número. Al otro lado de la línea escuchó a una mujer decir: “¿Ya vienen a arrendar el departamento? Estoy esperando”.

Al parecer, los pillos querían pagar el alquiler de una pieza con el dinero robado. La afectada le contó lo sucedido a esa mujer y le pidió que les hiciera esperar hasta llegar con la policía. Sin embargo, cuando fueron al sitio, en Carapungo, la arrendataria les habría dicho que se fueron, pero antes de eso les tomó fotos y Cobo la reconoció a ella y a su novio.

Luego denunció el hurto en las redes sociales y a la media hora le llegaron mensajes de otras personas que al parecer también fueron perjudicadas por la presunta amiga de Cobo.

“Lastima el ver tanta publicación de esa mujer. Hace algunos años traje ropa para vender. Ella tomó algunas prendas y nunca pagó. Me quedó debiendo 250 dólares”, decía uno de los testimonios.

NO HAY QUE CONFIAR

David Mena, jefe del circuito Kennedy, supo del caso de la joven e indicó que este delito, según la legislación ecuatoriana, es penado con 1 a 3 años de prisión.

Mena recomienda que para evitar este tipo de artimañas, las personas deben limitar su círculo social, ser herméticos con la información de su dinero o de bienes valiosos y nunca decir las horas de entrada y salida de un negocio o domicilio.

“El abuso de confianza puede terminar en delitos violentos más graves”. sentenció.

Sin embargo, no solo en Quito se reportaron estos casos. Según la Policía Judicial, en el último mes se han registrado 696 denuncias a nivel nacional.