Una señora quería fortalecer la relación que tiene con su hija y acudió con la parapsicóloga Esther Figueroa para que le ayudara a aliviar las tensiones.

La experta en fenómenos paranormales le recomendó que lo mejor en estos casos es realizar una limpieza de lazos espirituales que consiste en purificar los vínculos negativos que se han generado en la relación familiar.

Sin embargo, cuando le hizo la consulta se percató que la madre pretendía controlar a su hija con la intención de someterla a su antojo porque supuestamente era resabiada.

Figueroa le comentó que no puede forzar a alguien a hacer cosas en contra de su voluntad porque eso sería un acto de brujería o endulzamiento.

¿En qué consiste el ritual para unir lazos?

La experta explica que el ritual para unir los lazos rotos se realiza fundamentalmente con velas y, dependiendo del trabajo que necesita la persona, se añade otros elementos como plantas, rosas, miel, laurel, hilos rojos, alcohol de romero, entre otras.

Estos se colocan en una especie de altar y se hace una lectura minuciosa de las personas implicadas; es decir, conocer cuál es el tipo de energía que tienen en ese momento, cuál fue el daño en su interacción, saber si existe algún evento en el pasado que marcó a uno de los extremos del lazo.

La parapsicóloga señala que los lazos sentimentales son como telarañas que, en un inicio, están limpias, pero que con las peleas, los disgustos, distanciamientos y otras situaciones negativas se forman unos obstáculos que no permiten que la energía entre las personas fluya de la manera correcta.

En el caso de la madre que quiso controlar a su hija, Figueroa determinó que la señora tenía varios traumas de su infancia y adolescencia que no fueron superados.

Por eso, ella tendrá que someterse a un ritual de liberación en el que tendrá que pararse en un círculo de sal y fuego para equilibrar sus chacras.

¿Hay algo negativo en estos rituales?

Los lazos sentimentales también se forman entre parejas, los cuales pueden ser más intensos que el de los familiares porque, según la experta, existe un aspecto que se llama el ‘contrato álmico’.

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Este se basa cuando una persona ‘se enamora hasta las patas’ y ese vínculo se vuelve enfermizo. Figueroa añade que muchos enamorados comenten el error de prometer amor eterno sin saber que se pueden ‘amarrar’ a la otra persona para siempre.

En un caso, la parapsicóloga tuvo que liberar a un hombre del espíritu de su pareja que se había quitado la vida presuntamente por la falta de amor que él le daba.

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