No habla ni jota de español, pero se siente más ecuatoriano que muchos. Hincha confeso de la Tricolor, amante del café, y desde el sábado pasado un enamorado más del encebollado, el bolón y el caldo de salchicha, Larry Pancake, un policía ‘gringo’, pasea por estos días su fama en Ecuador.

Gracias al mundo del “social media” como dice al referirse al lugar de donde deviene su popularidad, Pancake es recontra conocido en el país.

Su ‘parcería’ con el rapero guayaquileño Gerardo Mejía lo ha llevado a protagonizar algunos videos publicitarios del café ‘Rico Suave’, que el artista, quien hoy le dedica las letras de su música y su ritmo al Señor, promociona como un negocio con el que, asegura, busca expandir el mercado al café ecuatoriano.

Ambos llegaron la madrugada del viernes al aeropuerto de Guayaquil. A ellos los acompaña Fausto Zúñiga, más que primo de Mejía, un ‘recontra pana’ y especie de asesor y relacionista público de ambos.

Descansaron unas pocas horas y ya a las 12:00, su primera visita a un medio de prensa en el país es a EXTRA.

Mejía hace las veces de traductor de Larry, quien llega vestido con zapatos deportivos, jean y camiseta, con unas botas negras en las manos y una mochilota sobre el hombro. Allí porta su uniforme de policía, el mismo que usa en Kentucky, Estados Unidos, donde cumple esta labor.

Sí, él es un policía de verdad, pero aparte de ser una autoridad del orden y de ‘entrarle’ ahora a la actuación, también es músico: guitarrea y canta en la iglesia House of Grace (Casa de Gracia), donde Gerardo pastorea hace unos 6 años.

Lo primero que hace es pedir un lugar donde cambiarse para lucir su uniforme color café y donde resalta una estrella, como se ve en la televisión a los famosos sheriffs.

Sencillo y jovial, igualito a como se muestra en los videos que lo han hecho popular, Larry cuenta que tiene “miles de amigos ecuatorianos que me han abierto los brazos, me escriben y me han invitado a que los visite”. Se refiere a los internautas de Facebook y Twitter que lo siguen en estas redes sociales.

“Me pregunta que si podemos ir a Quito e Ibarra, porque le han escrito desde allá. Pero solo vamos a estar 6 días y apenas alcanzaremos irnos a la playa”, agrega Gerardo sobre esta ‘locura’.

A sus 46 años y soltero, Larry Pancake dice que desde su llegada a Ecuador “me siento como en familia, la gente es amistosa, me reconoce y pide fotos. Ustedes aquí son distintos, son más abiertos, me hacen sentir como un hermano más”.

Por eso, tampoco descarta ‘pelarle el ojo’ a alguna chica. “Me gustan como vengan: altas, bajitas, gruesas o delgadas. Pero sobre todo las ‘pechugonas’”, dice entre risas.

Un hincha ferviente de la Tri

Su pasión por el fútbol no es inventada. “En su juventud jugó soccer (fútbol, en inglés) de mediocampista. Cuando hay partidos de la selección de Ecuador vemos juntos los partidos. En realidad se ha convertido en un hincha ferviente de la Tri”, dice Gerardo.

De allí que, de mano de la promoción de su producto ‘Rico y Suave’, algunos de los más recientes videos lo muestran siempre con su taza de café, con la camiseta y la bandera de la Tri ante un televisor inmenso, y con Larry gritando “Vamos,Ecuador” o brincando feliz ante un gol y diciendo: “Two, two, goal, Ecuador” (dos, dos goles Ecuador).

Por cierto, la bella mujer que aparece en dichos videos y que funge como su esposa es solo una actriz más. “Es muy aniñada para mí”, le dice a Gerardo Mejía en inglés, mientras ríe.

Policía ante todo

El encariñamiento de Larry Pancake con el país va más allá de la parte comercial. El 7 de octubre del 2021, por su cuenta, mostró su solidaridad con el policía ecuatoriano Santiago Olmedo, quien es enjuiciado por supuesta “extralimitación de fuerza” en su accionar, en un hecho que dejó dos presuntos delincuentes abatidos en Riobamba.

“Mi hermano, soy policía igual que tú, que pelea por proteger su comunidad... y quiero que sepas que aunque estás en Ecuador y yo en Estados Unidos, igual somos hermanos y protegemos tu espalda”, le dijo en su mensaje.

Quizá por eso, al consultarle si viviera en Ecuador, a qué se dedicaría, enfatizó: “Sería policía, pero ahí sí tendría que aprender el español... ja ja ja”.

¡Es ‘duro’ para aprender español!

“Excelente. Este es café colombiano”, le dice un compañero policía a Larry Pancake.

“No, es el ecuatoriano”, responde. Enseguida toma un poco y dice: “Rico”.

“¡Corte!”, se escucha desde fuera.

“Rico”, vuelve a decir en otra toma, y él mismo se cuestiona: “Sueno como a Drácula”.

Esta es una de las escenas de los comerciales que han hecho reconocido a Pancake, en la que hasta su compañero ‘gringo’ le enseña cómo pronunciar: “Rrrrrr... rico”.

Pese a ello, su popularidad ha crecido tanto que en estos días en que ha estado en Ecuador la gente le ha enseñado algunas palabras. “Lámpara”, es una de las que ya las tiene en su diccionario, a las que poco a poco y con la ayuda de quienes estos días lo han encontrado en la calle y pedido fotos le puede ir sumando otras como: ñaño, pana, bacán...

“Este es mi segundo país. Aquí todos son mis hermanos”, asegura en inglés. Dice que pronto lo dirá en español.