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La despedida de las mujeres montañistas fue en la casa donde vivían, en el sur de Quito.Byron Castillo

¡Juntas escalan a la eternidad! Los restos de Dayra Iza y su tía fueron velados en su casa

Allegados de las mujeres montañistas las recuerdan como personas nobles y deportivas. La niña también quería ser arquera.

La bandera con la que Dayra Iza posaba sonriente al llegar a la cumbre de una montaña o un nevado cobijó su ataúd, este 20 de diciembre del 2022.

La niña, su tía Tatiana Chiguano y el guía Luis Almachi fallecieron el domingo pasado tras caer en una grieta de 30 metros del volcán Antisana, al suroriente de Quito, mientras intentaban llegar a la cumbre.

La pequeña Dayra se hizo conocida luego de haber ascendido con éxito a las cumbres del Cayambe y el Cotopaxi.

Los restos de la pequeña, de 10 años, y los de su familiar fueron velados en la sala de su casa, en Cutuglahua.

Los deudos tuvieron que hacer a un lado el pesebre y el árbol navideño para colocar los féretros y los arreglos florales, mientras llegaban los allegados de las víctimas. La abuela de la menor, Blanca Sánchez, lloraba desconsolada mientras veía una gigantografía en la que imprimieron fotos de su hija y de su nieta en una de sus excursiones.

“Me prometiste que serías una gran arquera. Tapabas todos los goles. Hasta los pies te besaba y ahora te me vas”.

Recuerdos

Elizabeth Grados abrazaba a su hija con fuerza mientras ella se limpiaba las lágrimas. La pequeña y Dayra eran mejores amigas y el último recuerdo que tiene con ella fue cuando, el viernes pasado, antes de que la niña montañista fuera al Antisana, asistieron a la inauguración del campeonato de fútbol de Cutuglahua.

“Me dijo que siempre seré su confidente y que ganaríamos el torneo”. Las niñas eran parte del equipo Loja.

De a poco llegaron los compañeros de curso de Dayra, quienes no soportaron verla en un ataúd y rompieron en llanto. Luego fueron al colegio y antes de entrar a clases hicieron un minuto de silencio para honrar el alma de la menor.

Luz María Yánez fue profesora de Dayra, le enseñó a leer y a escribir. Ella llevó una carta que recitó en el velorio.

Una de las fotos de ambas antes de salir a una excursión.Cortesía

En ella expresaba el cariño que sentía por la niña y destacaba sus cualidades. “Hoy queda un puesto vacío, una estudiante menos en la lista, la arquera favorita de sus compañeros. Tenía una sonrisa que la llevaremos en nuestros corazones”.

Muy querida

Al velorio llegaron decenas de compañeros de trabajo de Tatiana. Algunos no querían acercarse al ataúd, otros terminaban sollozando al ver sus restos y preferían irse.

Ellos contaron que la mujer, de 31 años, era secretaria ejecutiva y laboró desde el 2007 en una empresa agrícola del sector.

Marco Díaz fue su amigo por más de una década y recuerda a Tatiana como una mujer noble y caritativa. “Era muy productiva y estaba presta a ayudar a la gente. Sin embargo casi nunca hablaba de su afición por el montañismo.

Los equipos de rescate se demoraron 12 horas en extraer los cadáveres.Cortesía

Tatiana era soltera y no tenía hijos. Sus restos y los de Dayra serán enterrados en un cementerio ubicado en Santa Rosa.

Análisis

Muchas personas criticaron el hecho de que una niña haya estado escalando un nevado.

Sin embargo, ante esto, María José Calderón, experta en montañismo, señaló que no es importante si se han tomado las medidas de seguridad necesarias y se haya realizado un estudio previo del clima en el sector.

La mujer comentó que en la altura en la que estaban las víctimas (casi 5.000 metros sobre el nivel del mar) pueden generarse placas, lo cual significa que el hielo no esté compacto y entre aire entre sus capas. Esto podría generar avalanchas y es preferible bajar. “Cuando pasa esto es porque la montaña avisa que te quiere tragar”.