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Julio Jaramillo: Jaramillistas se las ingeniaron para rendir tributo al Ruiseñor de América
¡A capela y sin trago! No hubo ni siquiera una guitarra, pero igual cantaron y recordaron anécdotas del cantante ecuatoriano más universal. Se habló de sus éxitos, sus amores, sus hijos y de cómo deben recordarlo los ecuatorianos.
Hilda Hermida Fernández llegó con su ramito de rosas. Sencillo. De un dólar nomás. El precio, lo de menos. Lo invaluable, lo que cuenta, lo que de verdad pesa es todo el esfuerzo que hizo. Con sus dolidas piernas, viajando en bus y arriesgando su salud ante el aún temible Covid-19, ella estaba ahí -como cada 1 de octubre y como cada 9 de febrero- en la tumba de su ídolo: Julio Jaramillo Laurido.
Colocó el ramo junto al busto que resalta su figura en el mausoleo que acoge los restos del artista ecuatoriano más universal de todos. Y le lanzó un beso. Y luego una oración.
Muy temprano, cerca de las 08:00, al sitio habían llegado JuanJosé Jaramillo, sobrino del Ruiseñor de América y presidente del Grupo Cultural Julio Jaramillo, con varios compañeros para colocar la ofrenda floral.
Juan José, quien también le ‘hace al canto’, asegura que “artísticamente es un doble compromiso ser sobrino de JJ, pues la gente cree que abres la boca y vas a cantar igualito a él”. Lo cierto es que él tiene su timbre propio y, como uno más de los jaramillistas, estaba allí para rendirle homenaje.
El diálogo entre quienes iban llegando se ponía ameno. Que cantaba de todo, recordaron: pasillo, vals, yaraví, boleros, bolero mambo, tangos, joropo, carranga, cumbia, ranchera, texana, polska.
Hablaban sobre su vida, la bohemia, sus amores, su madre, su regreso a Ecuador.
“¿Y el trago? Ya manda a ver una botella”, dijo en medio de la ‘joda’ GuillermoAlbuja Reyes, quien como radiodifusor tuvo su propia historia con JJ, pues fue animador del programa que Míster Juramento tenía en Radio Cristal, y que se transmitía a las 9 de la noche.
“Campeón de la bohemia, un sentimental, pero alegre y dicharachero también. Campeón de la guatita en el local de doña Lola (Dolores Zambrano)”, recordó Albuja.
Y ya ‘picado’ se lanzó al ruedo: “Con el perdón de JJ, yo también me voy a cantar una”. Y se lanzó con ‘Solo’, aunque en realidad la compañía y la voz de los casi 15 presentes en el encuentro lo acompañaron.
“Hay que cultivar lo nuestro, amar nuestras raíces, enseñarle a nuestros hijos esta bella música”, cuestionó en medio del canto Blanchy Brizz, una jaramillista más.
La música siguió, pero sin tragos ni guitarra no es igual. Se alzaron poco antes de las 11:00 de la mañana. Ya vendrá febrero próximo, en que se recuerda un aniversario más de su muerte, y otra vez estarán ahí, cantándole a su ídolo. Vibrando con su música. Cultivando su pasión por JJ.
Coleccionistas y su fanatismo por Julio Jaramillo
Carlos Ramírez y Juan Navarrete son otros jaramillistas infaltables a este tipo de encuentros y homenajes a JJ. Ambos llegaron temprano ayer, cantaron y recordaron la música del Ruiseñor de América con sentimiento.
Navarrete llevó una colección de varios discos en acetato, de 78 rpm (revoluciones por minuto). Todo un tesoro. Igual que las revistas, libros, recortes de periódicos y más que Ramírez, con orgullo, asegura tener en casa.