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Alfonso Idrovo comprueba, con ayuda de su nieto, los datos que se revelan en la pantalla de la computadora, en la página del Isspol.Cortesía

¡Si estás vivo te pago!

Muchos jubilados nacidos entre marzo, abril y mayo no han podido cobrar sus pensiones. Debieron acudir a internet para poder decir ‘no me morí’.

Agradece y refunfuña. La gratitud porque a sus 81 años, hasta ahora, ha salido ileso del “virus maldito” que lo mantiene encerrado desde inicios de marzo y lo de la fractura en su tobillo izquierdo es lo de menos. Sigue vivo... o al menos eso es ‘lo que cree’... ¿o no está vivo? Ya hasta él mismo está confundido.

Su inconformidad y preocupación es porque debe probar que está “vivito y coleando” para cobrar sus $ 519 que cada mes recibe como pensión jubilar del Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol).

El algo más de un mes la espera por su pensión y para Alfonso Idrovo esto representa un duro golpe para su bolsillo y para poder cubrir, ya con retraso, los pagos de luz, agua y teléfono, además de los gastos en víveres, y la necesidad de contar con alguna reserva por si llega a enfermar.

Y que sin billete la secuela del virus que afecta al mundo entero también ha ido mermando los ingresos en casa. Su hija, por ejemplo, perdió el empleo. Y él, que no quiere ser una carga, busca ser el sostén de los gastos en su hogar.

Jubilados deben cumplir
​Es obligación de los afiliados realizar el Control de Supervivencia cada año en el mes de su nacimiento, los días comprendidos del cinco al veinte.

Olvido que pesa

Pese al deseo de ‘seguir activo’, su memoria mezquina por los años, más la cuarentena obligada, y el haber nacido un 5 de abril, le jugaron una mala pasada. Olvidó por completo su trámite anual de supervivencia en el Isspol con el cual deja constancia de que vive y debe recibir su pensión.

Y es que con todo lo ocurrido, asegura Alfonso, sin duda lo contaron entre las bajas mortales del COVID. “Pensaron que me llevó la ‘pelona’. Lo que me sorprende es que fueron muy ágiles para quitar, ojalá sean expeditos para reponer”, se lamenta.

Hasta la semana pasada, Alfonso, al igual que otros expolicías como Roberto Tapia, que en cambió cumplió 78 años en marzo, habían ido ir un par de veces al banco, para ver si se concretaba el depósito. Pero eso sí, luego de una airada “negociación” con sus hijos, quienes con el fin de protegerlos se negaban a dejarlos salir.

Pero al llegar a las oficinas del instituto policial la desinformación “era absoluta”, dijo, pues en las instalaciones del Isspol, ubicadas al norte de Guayaquil, no brindaban atención ni información y fue recién hace dos semanas que mediante un cartel se informó que todos los trámites, incluidos el registro de sobrevivencia, podían realizarse por internet.

Pero estos ancianos, exservidores de la seguridad del país y que no saben nada de internet, no son los únicos. “Son más, solo que están confinados en casa y olvidaron este tedioso proceso”, confirma Medardo, quien prefirió omitir su apellido por pedido de uno de sus hijos para evitar líos.

Por ahora, a Alfonso, Roberto y los otros exjubilados de la Policía que nacieron entre marzo, abril y mayo solo les toca, a su edad, asistir a la tecnología para hacer sus trámites.

Y a ellos no les vino nada mal la ayudita de sus hijos y, en algunos casos hasta de sus nietos, para comunicar por internet que están vivos y que les urge cobrar su billete. 

Proceso en línea
Consultados por EXTRA, la Isspol informó que desde el lunes 6 de abril se desarrolló la supervivencia en línea, trámite que debe hacerse desde la página web de la entidad.

Sí podrán cobrar

Según se explicó desde la Dirección de Servicios Sociales a EXTRA, quienes no hayan cumplido con el trámite de supervivencia pueden hacerlo por internet y se les pagará las pensiones pendientes.

A mayo de 2020, informó la entidad, se registraron 23.881 personas, entre pasivos y montepío, de una población total de 25.169, siendo el 95% de afiliados que recibió su pensión.

Además, resaltan el asesoramiento que se da en línea a quienes lo necesitan por parte de los analistas de afiliación, quienes han detectado que muchos de los que requieren asistencia son de la tercera edad, por lo que se guía a los familiares para que cumplan con este requisito.