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El caso sigue en etapa de investigación previa. Los abogados de la víctima refieren que han tenido varias trabas.Angelo Chamba

Joven con discapacidad debe convivir con hijo producto de una violación

La abogada del caso habla sobre las dificultades en el proceso.

Lorena tiene 18 años, pero su mente es la de una niña de 8... Y hace dos se convirtió en madre luego de que un hombre la violara.

Su hermana la acompaña a todos lados. Se toman un café durante la entrevista con el equipo de EXTRA. Hace aviones y figuras con las servilletas. Tiene el 54 % de discapacidad intelectual, pero entiende claramente que fue abusada y quién fue.

— ¿Sabe que tiene un hijo?

— “Sí, lo quiero mucho, pero a veces lo trato mal porque me acuerdo de lo que me pasó”, responde.

Su expresión cambia súbitamente. Empieza a llorar.

Según Mariana, su hermana, la familia se dio cuenta de que estaba embarazada cuando tenía siete meses de gestación, su vientre ya se veía abultado, en octubre de 2019. Solo entonces contó lo que le hicieron y dijo que había sido un vecino del barrio, en el norte de Quito.

80 % de embarazos adolescentes son producto de la violencia sexual.

“Me decía que me iba a matar”, relata.

Pero no es un caso aislado. Según un informe entregado a la CIDH por varios organismos de Derechos Humanos en Latinoamérica, se ha registrado un incremento del 74 % en embarazos en menores de 14 años producto de violencia sexual en Ecuador.

SIGUE LIBRE

Mayra Lana, una de las abogadas del caso, asegura que el sospechoso está plenamente identificado por la víctima, pero que las diligencias judiciales se han demorado por la pandemia. “Antes hubo otra denuncia. Allí determinaron que se trataba de un abuso sexual y no de una violación, a pesar de que existe un hijo producto de eso”, comenta.

Una nueva denuncia se colocó en marzo de 2020, está en etapa de investigación previa y el implicado no está detenido.

“Incluso vive cerca de la víctima y presume la paternidad del niño”, agrega.

En el primer proceso, el sujeto habría declarado que le pagaba a la niña, de 16 años, por servicios sexuales. Algo que tiene indignada a la familia.

"Nos preocupa de sobremanera este caso porque la discapacidad debería tener un tratamiento distinto en los casos de violencia contra la mujer”Mayra Lana, abogada del caso.

EL ACOSO

Lorena cuenta que desde antes de la violación, el sospechoso, de 54 años, casado y con tres hijas, al parecer merodeaba su casa y la seguía cuando iba al colegio.

“Cuando estábamos en la cancha nos lanzaba plata, pero nunca le cogí nada”, dice la víctima.

Le pedía varias veces que la dejara en paz, que se lo contaría a su familia, que le tenía miedo. Él insistía.

Lorena tiene conciencia de que no quería ser madre y que fue abusada.Angelo chamba

Una tarde el presunto agresor se le acercó por detrás y le puso un pañuelo en la boca, ella perdió el conocimiento. Cuando se despertó estaba sola y volvió a casa sin decir una palabra. Solo quería dormir. 

Pero la familia tuvo más dolores. “Mi papá tenía un derrame cerebral y al enterarse lo que le pasó a mi hermana empeoró y se murió”, cuenta Mariana.

EXTRA envío un correo el pasado lunes a la Fiscalía para conocer sobre este tema, pero hasta el cierre de la edición no respondieron.

Los nombres de la víctima y familiares fueron cambiados para proteger sus identidades.

“El niño es la materialización de la violación”

Amanda Andino, psicóloga clínica especializada en Derechos Humanos, explica que las adolescentes con discapacidad son el grupo más vulnerable de la población y que aún no existen los protocolos de reparación adecuados.

La adolescente fue acosada varias veces por el sospechoso.Angelo chamba

Refiere, además, que en casos como estos se trunca el proyecto de vida de la víctima. “Se cree que por tener discapacidad no lo tienen, pero sí. También tienen sueños y metas”.

Lorena quería ser militar o policía, pero dice que ya no podrá porque ahora “le toca cuidar al bebé”.

Además, el acompañamiento psicológico es indispensable en estos casos tanto para la afectada como para su familia. 

“Es usual que tenga períodos de rechazo hacia el bebé porque es la materialización de la violación. No se genera un vínculo materno”.Amanda Andino, psicóloga expecialista en Derechos Humanos

Que el presunto agresor esté cerca tampoco ayuda a que supere el abuso.