El exvicepresidente, Jorge Glas, se entregó voluntariamente a la Policía, según sus abogados, pocas horas después de que este 20 de mayo la Corte de Justicia de Santa Elena declarara nulo el habeas corpus que le fue concedido el pasado 9 de abril por el juez Javier Moscoso.

El ex segundo mandatario, vestido de traje, escuchó al pie de su casa en la vía a Costa, cuando un oficial de la Policía le leyó sus derechos, luego de eso aceptó acompañarlos. En la diligencia estuvieron presentes familiares, asambleístas y simpatizantes del cuestionado político del correísmo. También fue notoria la presencia de funcionarios como el Gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, quien encabezó el operativo de detención y traslado.

Más temprano, simpatizantes y coidearios de Glas se dieron cita en el Cuartel Modelo de Guayaquil, entre ellos una asambleísta, quienes habían alertado de que el hombre se entregaría voluntariamente en ese lugar.  

Rafael Candell, abogado del polémico personaje resaltó que este no había intentado huir ni pedir asilo, y que él mismo había llamado a la Policía para entregarse, en su casa en la ciudadela Portal al Sol.

"Glas no huye... regreso a la cárcel y volveré a salir", dice el mismo Glas en un vídeo que circula en redes sociales.

LAS RAZONES DE LA ANULACIÓN DEL HABEAS CORPUS

La razón por la que la Corte de Santa Elena anuló el recurso que había devuelto la libertad a Glas en abril, fue la incompetencia territorial del juez Moscoso y la falta citación a la Procuraduría General del Estado.

Como consecuencia, la Corte de Santa Elena ordenó que se localice inmediatamente a Glas y se lo lleve de nuevo a la Cárcel Regional de Cotopaxi, donde cumplía tres sentencias por los casos de corrupción Odebrecht, Singue y Sobornos.

Además dispuso que la Fiscalía investigue la actuación del juez Moscoso y de los funcionarios del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad que intervinieron en la diligencia del 9 de abril.

La audiencia de apelación al habeas corpus de Glas se realizó el miércoles pasado. Allí, sus defensores volvieron a señalar los argumentos por los que obtuvieron el habeas corpus. Entre estos, la supuesta falta de atención médica que pone en riesgo su vida de parte del Ministerio de Salud.

En abril, ante el juez Moscoso de Manglaralto, Glas dijo que padecía graves problemas de salud, que consumía 22 pastillas al día, entre psicofármacos y para el dolor de la columna. Dijo que su pierna izquierda le hacía cojear. Cuando salió de la cárcel cargó a un niño y no mostró ningún problema de movilidad.

LLEGÓ A AEROPOLICIAL

Si fue una captura o entrega voluntaria es secundario. Lo cierto es que Glas está ya bajo custodia de la Policía Nacional, que lo llevó a las instalaciones de Aeropolicial para desde allí trasladarlo vía aérea a la prisión de Latacunga, donde guardaba prisión antes del habeas corpus que lo tuvo casi un mes y medio fuera de esos muros.

A las 17:15 ingresó a  Aeropolicial, en la cabecera norte del aeropuerto de Guayaquil, para ser trasladado a prisión.  

Hasta los exteriores de esa dependencia policial llegó un grupo de partidarios y simpatizantes del ex mandatario, para expresarle su respaldo.

Dentro de la  base aérea policial, y previo al arribo del grupo de vehículos policiales que movilizaba y escoltaba a Glas,  un grupo de pilotos esperaba junto a un helicóptero y una avioneta bimotor.