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Jimena, la ‘fotógrafa’ de ovnis en la comunidad de Migüir, provincia de Azuay
Asegura tener evidencias de estas naves, que suelen ‘estacionarse’ en la cima de la montaña que está detrás de su casa. En esta localidad han construido estaciones para avistamientos
“Han llegado al sitio indicado”. Es la frase con la que Jimena Jácome recibe a los turistas que visitan al poblado Migüir, ubicado en el kilómetro 42 de la vía Cuenca-Molleturo, en la provincia del Azuay, en busca de tener avistamientos de platillos voladores.
La joven, de 26 años, los acoge de esta manera porque no es ajena al tema; por el contrario, le apasiona, ya que toda su vida ha visto sobrevolar objetos de forma circular, rectangular y ovalados mientras hacen movimientos raros y emiten luces en diferentes direcciones.
Es más, ella les cuenta sobre la supuesta nave extraterrestre que la ‘visita’ la mayoría de las noches desde hace 10 años (2011). Al principio estos encuentros la asustaban, pero ahora son la razón para conversar con los turistas.
Estas son escenas con las que nunca esperó encontrarse en el sitio, que resalta en el Parque Nacional Cajas, Azuay, por la tranquilidad, el silencio, la brisa helada y las frondosas montañas, las cuales se pueden recorrer por medio de senderos rocosos, en trayectos que duran hasta 10 horas a pie.
Afirma que no les tiene miedo a los supuestos extraterrestres. Tanto así, que se atreve a tomarles fotografías con la cámara de su celular, en el que tiene varios registros. “Las fotos son mi única prueba de que no estoy loca”, dice entre risas la lugareña.
De hecho, ella considera que es positivo que al sector lleguen personas en busca de este tipo de experiencias, porque eso genera más trabajos para guías de senderos, cocineros y empleados de restaurantes y hoteles, entre otros. Reactivación económica.
Por esta razón, en los senderos construyeron estaciones para que las personas descansen y hagan avistamientos de ovnis. Las estructuras las armaron con piedras, les dieron forma circular y tienen un diámetro de 5 metros. No tiene ningún costo utilizarlas.
“Últimamente vienen bastantes personas que buscan ovnis y eso nos beneficia, porque hay más trabajo. Yo conseguí trabajo en un hotel que ofrece hacer senderos para buscar ovnis. No les cobramos por quedarse en las estaciones, porque queremos motivarlos a que regresen”, asevera.
Le hacen luces
La azuaya asegura que desde hace 10 años un objeto volador no identificado aparece haciendo movimientos raros durante las noches que hay neblina espesa en el poblado, que está a 2.409 metros sobre el nivel del mar y donde residen cerca de 500 personas.
Destaca que la ‘visitan’ porque la supuesta nave reposa en la cima de la montaña que está atrás de su casa, donde se ha quedado hasta tres horas aproximadamente. Aparte, porque empieza a emitir luces y aumenta y reduce su tamaño con rapidez, según el relato de la chica.
El último avistamiento que tuvo fue hace 15 días, cuando salió al patio de su hogar para recoger la ropa que había lavado, cerca de las 22:00. Esa vez solo lo vio por un instante, porque ingresó enseguida a su hogar, ya que estaba lloviendo.
“La luz gigante estaba en la cima de la montaña y cuando salí parpadeó. Luego intenté verla desde la ventana de mi cuarto, pero ya había desaparecido del lugar. Estaba lloviendo y había neblina, pero se veía clara”.
Jimena considera que seres de otro planeta tratan de comunicarse con ella. Por esa razón, se queda mirando al objeto cada vez que aparece los objetos.
“Yo siento que conversamos porque cuando le hago una pregunta, me prende y me apaga sus luces, como si me estuviera respondiendo. Solo una vez intenté ir a buscarlos, pero cuando ya iba a subir la montaña, la luz se movió y desapareció. Espero que algún día tengamos contacto”.
La nave, según su descripción, tiene forma circular, emite luces de color blanco en todas las direcciones y aumenta y reduce su tamaño en cualquier momento.
Ella recalca que las primeras veces que vio el objeto no identificado, creía que se trataba de una estrella, ya que esa era la explicación que le daba su mamá. Pero los cambios de luces y los movimientos raros la hacían dudar.
“Desde que recuerdo, he visto aquí en el cielo esas luces blancas hacer movimientos raros. Nosotros desde niños bromeábamos con que eran fantasmas. Desde pequeña ya estoy acostumbrada a ver estas cosas. No las he visto de cerca aún”.
Hace 50 años ya se veían objetos raros
Tránsito Quiroz y su esposo Segundo Gutamba, de 80 y 85 años respectivamente, también son oriundos del poblado de Migüir, que está rodeado por las montañas y vegetación del Cajas y donde los celulares no receptan señal.
Ellos recuerdan que antes de que construyan la carretera que atraviesa el sector (la vía Cuenca-Molleturo-Naranjal se empezó a cimentar en 1969 y la culminaron en 1988) y de que el lugar se vuelva concurrido, los objetos no identificados “se veían con más frecuencia y más cercanos”.
“Cuando empezaron a construir el carretero, yo vendía empanadas en los buses. Yo me quedaba cerca a la vía y las luces raras pasaban cerca de la carretera, que aún era de tierra, pero más aparecían los días que estaban oscuros. No se veían bien porque parpadeaban y desaparecían rápido cuando alguien se les quería acercar”, recuerda Tránsito.
Finalmente, Segundo considera que no es beneficioso para el poblado que lo visiten turistas, porque “no son limpios”.
“No es nuevo el tema de los ovnis aquí. Esto sucede desde hace tiempo, solo que las personas no conocían porque no venían. Ahora, ya hasta hay hoteles con este tema. Esperemos que el lugar no se destruya, porque los turistas lo dejan sucio”, dice con seriedad el octogenario.
El clima helado, la tranquilidad, los paisajes y los espacios para acampar son los principales atractivos de Migüir para los turistas, pero los avistamientos de objetos no identificados lo convirtieron en el sitio ideal para quienes buscan este tipo de experiencias.
Nelson Pineda, investigador y explorador en ufología
El investigador y explorador en ufología Nelson Pineda explica que las luces raras que se mueven rápido son platillos voladores que se han establecido en el Parque Nacional Cajas, en la provincia del Azuay, ya que buscan lugares alejados que tengan recursos que “les interesan”, como el agua, y el poblado de Migüir cumple con estas características.
Pineda asegura que los avistamientos de objetos no identificados se registran desde hace más de 50 años, pero que son pocos los casos que se conocen porque las personas prefieren no contar sus experiencias por miedo a que las tomen por dementes.
“El Parque Nacional Cajas es un lugar lleno de misterios. Todo el tiempo, todos los días, las personas que pasan por el lugar tienen una experiencia rara. Turistas cuentan sobre una serie de situaciones extrañas con luces que los siguen, que se les atraviesan en el camino. Incluso, las personas que acampan han visto que las naves se llevan el agua de las lagunas que hay en el sector”.
Enfatiza que los extraterrestres se pueden comunicar con los humanos por medio de la telepatía (transmiten un mensaje mentalmente).
Finalmente, el experto sostiene que se trata de seres extraterrestres inofensivos. “Si fueran seres que nos quisieran hacer daño, ya habrían hecho algo en contra de las personas que los ven, y hasta el momento no ha ocurrido eso”.