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Invierno causa estragos en Morona Santiago y Azuay
Los daños mayores se registran en Cuenca, donde debieron ser auxiliadas 100 personas. Es una de las emergencias más graves en 8 años
La noche del pasado sábado y madrugada de ayer fue larga para más de 60 familias que soportaron el embate de la naturaleza al sur y este de Cuenca.
Fue una de las emergencias, la más grave de los últimos 8 años, como efecto del desbordamiento de los ríos Tarqui y Yanuncay, adujo Patricio Lucero, jefe de bomberos.
El agua llegó, en algunos de los 32 barrios y comunidades afectadas, a un metro y medio de altura, por lo que fue necesaria la utilización de escaleras, botes y vehículos especiales para el rescate de las familias que se hallaban dentro de las viviendas.
Entre los damnificados se encuentran adultos mayores, personas con capacidades especiales y niños, que debieron ser cargados en hombros, contó uno de los bomberos.
Las familias evacuadas y rescatadas -alrededor de cien personas- fueron llevadas a dos albergues municipales, donde permanecerán hasta determinar si pueden o no retornar a sus viviendas, explicó el alcalde Pedro Palacios.
Los momentos de desesperación iniciaron cerca de las 14:30 del sábado y continuaron con dos días de lluvias perennes en la parte alta del sur y sureste de la urbe. El agua anegó unas cincuenta viviendas, pastizales, corrales de animales menores y destrozó tres puentes, dos de ellos peatonales, según el balance provisional entregado ayer a las 08:30.
El fenómeno natural se presentó tras el incremento del caudal del río Tarqui, de 10 metros cúbicos (considerados como normales) a 349 metros cúbicos; y del Yanuncay, de 20 metros cúbicos a 120.