Sin pifias y con una sala llena de su gente de confianza, el presidente de la República, Guillermo Lasso, presentó este miércoles 24 de mayo su informe a la nación. El último de este mandato, al que le quedan menos de seis meses.

Por primera vez un mandatario realizó dicho acto sin asambleístas, luego de que él mismo la disolviera, el pasado miércoles 17 de mayo, al aplicar el mecanismo de la muerte cruzada.

Durante su discurso, que duró algo más de dos horas, el mandatario hizo un resumen de todo su trabajo y logros en las áreas de educación, salud, vivienda, generación de empleo, medio ambiente, turismo y economía.

Fueron, sin embargo, sus ‘monstruos’ los que más llamaron la atención: la corrupción y la inseguridad. Dos de los temas que lo han puesto en la encrucijada, tanto por vinculaciones incluso familiares, como la de su cuñado Danilo Carrera, así como por la inacción o falta de efectividad al combatir la delincuencia organizada y el narcotráfico.

QUE NO REGRESEN AQUELLOS

“La corrupción es un monstruo cuyos tentáculos van abrazando a la sociedad”, aseguró en su discurso, al tiempo de señalar que esta “corroe a la estructura del Estado y pone en riesgo a la misma democracia”.

Por eso, sin dar nombres pero dejando muy en claro a quién o quienes se refería, hizo un llamado anticipándose a la próxima campaña y elecciones que buscarán su reemplazo. “Al momento de votar, les recomiendo que tengamos memoria. No pueden regresar los que se llevaron el dinero del Hospital de Pedernales”, señaló Lasso durante su informe a la nación.

LA INSEGURIDAD, OTRO GRAN 'CUCO'

En un intento desesperado por zafarse de la ineficiente tarea realizada para combatirla, el mandatario quiso endilgar parte de la percepción desfavorable a que “lamentablemente, en demasiadas ocasiones las noticias negativas acaparan los grandes titulares, y a veces eso hace que su esfuerzo cotidiano y constante pierda todo el protagonismo que legítimamente merece

Sin embargo, las propias cifras que dio y la situación actual hablan por sí solas de que tanto asusta ese monstruo. Según Lasso, durante su mandato se han “desarticulado 3 mil organizaciones delictivas y decomisado 16 mil armas de fuego”, lo que claramente habla de cómo se ha tomado la delincuencia las ciudades.

De la mano con los operativos contra la delincuencia organizada, saltó la cifra de incautaciones realizadas en dos años: “la cifra récord de 420 toneladas de droga, cantidad histórica equivalente a cinco veces el promedio anual de lo decomisado en los últimos 15 años”, aseguró el presidente.

Eso sí, ya tiene a los ‘exorcizadores’ para ese monstruo. Según él, “dos distinguidos exmilitares, Paco Moncayo y Wagner Bravo”, ambos expertos en tácticas de acción y seguridad, están “listos a entregar toda su experiencia para combatir a la delincuencia organizada y sus acciones”. Amanecerá y veremos.