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El increíble caso de los Prado en el 2003: Perdieron a cinco familiares, pero encontraron 133 en Puná
Lo que inició como una noticia desgarradora en La Concordia, Puná, se convirtió en esperanza cuando la familia Prado, tras perder a varios seres queridos en una explosión, logró reencontrarse con su extensa familia gracias al apoyo de EXTRA.
En sus 50 años de vida periodística, EXTRA ha contado historias que han pasado de la tristeza a la felicidad. La tarde del 26 de marzo de 2003, una explosión en La Concordia (isla Puná) le arrebató cinco familiares a Francisco Prado, quien perdió a su hijo, nuera, nieta, cuñado y concuñada.
Sin embargo, ese tremendo dolor se sumaba al que llevaba en su corazón, ya que, cuando tenía 13 años, nunca más supo de sus padres y hermanos, debido a que se alejó de ellos contra su voluntad.
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Antes de cumplir un mes desde el accidente, EXTRA regresó a La Concordia, ya que en ese lugar se habían encontrado más explosivos. Un equipo de este diario arribó en helicóptero hasta La Concordia, donde vivían los Prado.
Aquella noche, los periodistas de EXTRA no pudieron regresar en canoa a Puná porque la marea no lo permitía. El equipo pasó la noche en la casa de Francisco Prado, quien les ofreció un enorme plato de arroz con huevo frito. Luego, aprovechó para revelar algo increíble.
Resulta que este azuayo se alejó de sus familiares, con quienes residía cerca de Cuenca, cuando era un guambro; hizo una travesura y pensó que sería castigado, por lo que decidió hacer su vida solo. En ese momento, tenía 56 años y deseaba reencontrarse con sus seres queridos.
“Mi padre se llama José María Prado y mi madre, María Tomasa. Tengo algunos hermanos que se llaman Lizardo, Julio, José, Natividad, Elsa, Beatriz, Delfina y Luisa Prado Mosquera. Deseo verlos para saber qué han hecho y también para que conozcan a mi familia, a mis hijos y nietos”, manifestó.
Habían pasado 44 años sin saber de sus padres y hermanos. Y su frase fue: “Tengo la seguridad de que con EXTRA voy a conocer a mis familiares”, mientras contemplaba a sus 12 hijos.
La respuesta del periodista para Prado fue sorprendente: “Usted tranquilo, llegamos a Guayaquil, publicamos la nota y aparecerán”, incluso con un tono algo confiado.
Y así fue: el día que se publicó la nota, un sábado 3 de mayo a las 11:00, los familiares desde Cuenca se comunicaron con EXTRA.
Poco después, llamamos a Francisco a Puná y le dimos la noticia: “No sé qué decir, pero gracias a Dios y a Diario EXTRA tengo noticias de mi familia y quiero verme con ellos”, dijo con voz entrecortada.
El martes llegó desde Puná hasta el muelle de La Caraguay, en el sur de Guayaquil, en la embarcación Ginebra, acompañado de sus hijos Georgi y José. Se embarcó en el vehículo de EXTRA para viajar hasta Cuenca. Allí estaban esperando sus familiares, muchos de ellos habían llegado desde Estados Unidos.
Hubo tres días de fiesta. Prado había perdido cinco familiares, pero se reencontró con 133. EXTRA lo hacía posible: dejar el dolor para encontrar la familia perdida.
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