Lo que empezó como una pequeña columna de humo al atardecer del miércoles 7 de agosto de 2024, se ha convertido en una de las mayores ‘batallas’ para el Cuerpo de Bomberos de Quito, pues hasta el cierre de esta edición más de cien efectivos trataban de controlar un incendio forestal registrado en las laderas del Pichincha.

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A pesar de la existencia de sitios de fácil acceso, cerca de las líneas de fuego, hay otros lugares a donde los especialistas no pueden ingresar. Según el último comunicado de la entidad, algunas pendientes afectadas por las llamas tienen inclinaciones de hasta 90 grados, lo que imposibilitaba que alguien pudiera llegar allí.

Para monitorear la emergencia, los bomberos utilizaban un sistema de cámaras que fueron colocadas en sitios considerados claves. Estos dispositivos tienen un alcance de hasta 15 kilómetros. Además, para la vigilancia también empleaban drones y se llevaban a cabo mapeos satelitales, con ayuda de inteligencia artificial.

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Han sido incesantes las labores para evitar que el fuego se siga propagando en estos días secos, en los que no se han registrado lluvias. La última precipitación prolongada en la capital cayó exactamente horas antes de que este incendio empezara. Incluso, en algunos sectores céntricos cercanos al Pichincha hasta hubo granizada.

Para combatir las llamas en los lugares de acceso complicado, los especialistas utilizaban un helicóptero, el cual portaba una especie de canasta para llevar agua, que era soltada en los focos del fuego. En un boletín del Municipio de Quito se precisa que esta estrategia de descarga, aplicada en “sitios agrestes y encañonados”, es denominada “sistema Bambi Bucket”.

Durante la madrugada de este viernes 9 de agosto, los bomberos trabajaron de manera ardua en el costado occidental de la montaña, donde gracias a las condiciones geográficas más accesibles han podido actuar de manera aún más eficaz. De acuerdo con lo informado por las autoridades, la misión del Cuerpo de Bomberos era, hasta el cierre de esta edición, “disminuir la velocidad de propagación y evitar que el incendio afecte infraestructuras cercanas a la montaña”.

En las zonas donde hay pendientes de entre 70 y 90 grados existen “paredes de roca y quebradas en donde el acceso del personal es muy riesgoso”. En esta ‘guerra’ de fuego combatían, al mediodía de este viernes, 118 efectivos del Cuerpo de Bomberos de Quito, 50 integrantes de las Fuerzas Armadas, 10 comuneros de San Francisco de Cruz Loma, 17 guardapáramos del Fondo para la Protección del Agua (Fonag) y seis miembros del Ministerio de Ambiente.

En la zona donde se registra el incendio también están las antenas y toda la infraestructura que permite a los medios de comunicación con base en la capital, como radios y canales de televisión, además de otras entidades relacionadas con las telecomunicaciones, mantenerse en contacto con la ciudadanía.

Sobre el riesgo de que el fuego llegue hasta allí y se presente un colapso de estas estructuras, el Municipio de Quito publicó en X (antes Twitter) que “el jefe del Cuerpo de Bomberos Quito, Esteban Cárdenas, informó que la infraestructura de las antenas de radio y televisión que se encuentran en el Pichincha no está comprometida”.

El comandante en su cuenta de X también publicó: “Trabajamos en disminuir la propagación del incendio, manteniendo la seguridad del personal. Las estrategias varían de acuerdo con los escenarios climáticos que se tornan en el punto”.

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