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El incendio que casi se convierte en tragedia para Miriam y su familia en Quito
La dueña de un inmueble dejó encendida una vela cuando se quedó sin energía eléctrica. Minutos después, el dormitorio se prendió
Los peluches que más amaba Miriam Albarracín terminaron en cenizas luego de que un incendio los consumiera. Ella vive en el sector La Comuna, en el noroccidente de Quito, y un descuido casi se convierte en tragedia.
Eran las 20:00 del 29 de octubre. No tenían luz eléctrica y Miriam dejó encendida una vela en su dormitorio. Luego, bajó a la cocina para preparar la merienda a su padre y a sus dos hijos.
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Minutos después, olieron a quemado y uno de sus pequeños miró en los vidrios del vecino el reflejo de llamas. El cuarto de su madre se estaba quemando.
El niño, de 8 años, pidió ayuda y los moradores salieron de sus viviendas para ayudar a Miriam.
¿Cómo apagaron las llamas del incendio?
Por si fuera poco, en la casa de la señora no había agua, pero su padre, quien tiene capacidades especiales, había guardado un balde con el líquido vital.
Este fue utilizado para apagar uno de los focos de fuego más grandes. Mientras tanto, los vecinos hicieron una cadena humana con recipientes y los pasaban llenos de agua desde un domicilio en donde no habían cortado el servicio.
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También mojaron algunas cobijas y las colocaron en varios lugares del departamento, para que las llamas no avanzaran. Al final, la familia y los vecinos lograron contener el fuego.
Cuando el Cuerpo de Bomberos llegó al sitio, atendió a siete personas que fueron afectadas por la inhalación de humo y dejaron en condiciones seguras el departamento.
¿Cómo ayudar a la familia?
El esposo de Miriam se encuentra en Estados Unidos desde hace pocos meses, porque se fue a buscar un mejor futuro para la familia. La señora no quería contarle lo que había sucedido, porque no quería preocuparlo.
Las personas que quieran colaborar con la familia que casi pierde su casa pueden contactarse al número: 099 495 2691.
Sin embargo, al ver las deudas que todavía tienen que pagar tuvo que hacerlo. Ahora, a ese pendiente se deberá añadir los gastos de la reparación de la casa.
El techo tendrá que ser reemplazado, las paredes deberán ser pintadas y comprar televisor nuevo y algunos muebles que fueron destruidos por las llamas.
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