Andrés Cujilema, de 27 años, se recupera de sus heridas en casa. Su pierna izquierda está expuesta a infecciones y espera que sane para iniciar el tratamiento físico.

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El joven chocó en su motocicleta contra la parte trasera de un bus en un tramo de la avenida Panamericana, vía Cutuglahua-Tambillo, en el sur de Quito, y casi pierde la vida.

El hecho ocurrió el pasado 24 de mayo y desde entonces el afectado no ha podido regresar a trabajar. Por si fuera poco, es procesado por el accidente hasta que se determinen las responsabilidades del mismo.

Cujilema afirma que el bus con le que se impactó habría hecho un giro indebido en plena carretera para ingresar a una calle que lleva al barrio San Francisco. Además, el conductor no habría prendido las direccionales para indicar la maniobra que iba a realizar.

Por esta razón, el afectado indica que no pudo frenar a tiempo y se dio el ‘papazo’.

CONTEXTO

La abogada Ana Astudillo, experta en materia de tránsito, señala que los usuarios de las vías, tanto conductores como peatones, están obligados a obedecer las reglamentaciones viales, indicaciones del agente de tránsito y señales que establezcan una obligación o prohibición.

Bajo este contexto, la jurista indica que el conductor del bus implicado pasó por alto la señalización de las líneas de separación amarillas. “Estas, según la norma, se emplean en calzadas con doble sentido de tránsito, en donde la visibilidad en la vía es reducida, impidiendo efectuar rebasamientos o virajes a la izquierda”.

Una realidad del día a día

Mónica Arcos espera un bus junto a sus hijos para dirigirse a Quito y afirma que todos los días deben sortear los vehículos que invaden vía para ingresar al barrio San Francisco.

“Van a altas velocidades y no ponen direccionales para que los vehículos que van detrás puedan frenar. También es un peligro para los peatones”.

La moradora recomienda a las autoridades que coloquen un rompevelocidades para evitar accidentes.

Por su parte, Juan Pallo señala que la carretera de cuatro carriles es muy estrecha para colocar esta señal y cerca de ahí hay una curva, lo que podría generar más accidentes.

Lo mejor para el vecino sería ubicar un semáforo o colocar letreros que avisen a los conductores que llegarán a un punto conflictivo.

Pallo añade que no solo los vehículos son los imprudentes. Cerca de este tramo existe un puente peatonal que no es utilizado por los habitantes del lugar. “Se escapan de morir atropellados”.

El morador añade que luego del accidente que sufrió Cujilema, los policías del sector ubicaron unos conos para evitar que los vehículos giren en esta zona. Sin embargo, según Pallo, esta medida lo hicieron por dos días. Diario EXTRA se acercó a la Unidad de Policía Comunitaria de la zona, pero no hubo personal con el que se podía dialogar.

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