Los seres humanos están haciendo muchas cosas para destruir la Tierra. Probablemente has oído del calentamiento global y la constante perdida de biodiversidad que vive el planeta, pero hay muchas otras que podrían sorprenderte.

-Los analgésicos casi causan la extinción de los buitres en Nepal

El número de buitres había disminuido repentinamente en diferentes países de Asia del Sur. No había explicación hasta que un estudio descubrió que el extraño fenómeno estaba vinculado al uso excesivo de analgésicos.

Los buitres habían estado alimentándose de animales que habían estado tomando diclofenaco. Este medicamento ayuda a aliviar dolor en humanos y algunos animales como vacas. Sin embargo, es veneno para los buitres, que empezaron a sufrir problemas renales y morir en números increíbles.

En el año 2000, el 95 % de los buitres de la región había muerto. Como te podrás imaginar, esto no es nada bueno para el ecosistema. Pero este es solo un ejemplo de las miles de maneras en las que las medicinas humanas pueden ser terribles para el resto de seres vivos.

-Las medicinas humanas son terribles para el resto de seres vivos

Esto no debería ser demasiado sorprendente considerando que el efecto de un medicamento puede cambiar dependiendo del peso y edad de una persona. Obviamente tendría efectos indeseables en miembros de otra especie. Es por ello que quizá deberíamos buscar maneras de que no las consuman accidentalmente, pero actualmente esto sucede todos los días.

Como utilizamos el océano para deshacernos de todo tipo de desechos que incluyen drogas, miles de animales marinos tienen que vivir con los efectos secundarios de nuestras medicinas. El antidepresivo fluoxetina, por ejemplo, hace que los cangrejos que lo consumen se vuelvan más violentos y se preocupen menos por su supervivencia. También puede que estas medicinas no causen ningún efecto secundario y simplemente maten a los desafortunados animales que las consuman accidentalmente.

-El uso excesivo de colorantes terminó creando perros azules

En Bombay, una compañía de colorantes fue acusada de deshacerse de sus desechos tóxicos botándolos al río. ¿Cómo los descubrieron? En 2017, once perros fueron encontrados pintados completamente de azul.

De acuerdo a The Guardian, la compañía fue obligada a cerrar cuando se demostró que botaban colorantes y desechos al río donde perros callejeros se bañaban. Los perros no mostraron ningún daño a su salud, pero nada parece sugerir que no volverá a suceder. El río en cuestión, el Kasadi, está cerca de cientos de fábricas en una de las ciudades más pobladas del mundo.