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Homenaje a los Baltazares
Militares agasajaron al último hielero del Chimborazo y al niño que les dio tostado durante las protestas de octubre de 2019
Hay una diferencia de más de 50 años entre ellos. Pero no solo los une el mismo nombre, sino que ambos, Baltazar Ushca y Baltazar Pala, son representantes de las comunidades indígenas.
El adolescente se hizo conocido porque su acto de generosidad quedó inmortalizado en un video que se viralizó en el país. Les regaló tostado a los militares que caminaban por su pueblo, en Nízag, y que participaron en el control de las protestas de octubre de 2019.
“Sin distinción, él vio en esos hombres a seres humanos cansados y les brindó ayuda con lo único que tenía”, comentó Jorge Galárraga, comandante de la Brigada Blindada Galápagos de Riobamba, donde ambos recibieron un agasajo navideño adelantado, el pasado 18 de diciembre.
Los Baltazares llegaron con sus familias. Allí recordaron cómo el pequeño tomó el tostado que su mamá les había preparado a él y a sus hermanos para regalarle a la patrulla que se dirigía a la Nariz del Diablo.
“Les vi pasar, se veían cansados, les dije, ‘¿a dónde van?’, y les faltaba largo. Saqué el tostado del bolsillo y les dije ‘coman tostadito’. Ellos cogieron ahí poco, narró el muchacho.
Desde esa fecha, este gesto de generosidad y desprendimiento quedó grabado en el corazón de los militares. Acto que también cambiaría la vida del niño.
Los miembros de las Fuerzas Armadas regresaron varias veces al hogar de Baltazar. “Quisimos devolver el gesto y nos percatamos de muchas de sus necesidades”, contó Galárraga.
Le entregaron víveres, vituallas y hasta una computadora para que pudiera continuar con sus estudios. “Estamos contentos. Desde ese día nos han ayudado mucho, mucha gente. Ya están construyendo una casita para todos mis guaguas”, exclamó María Mercedes Tenemaza.
Durante el homenaje, todos subieron a un tanque para recorrer las instalaciones. Gaspar Pala sacó un cartón con fundas de tostado y les repartió a los presentes.
En familia
En otro tanque llegó Baltazar Ushca, acompañado de su hija, su nuera y sus cuatro nietos. A ellos también les hicieron el recorrido. “Este pequeño acto es como homenaje a dos dignos representantes de nuestras comunidades indígenas en estas fechas de paz y solidaridad”, declaró Galárraga.
Otra sorpresa les esperaba a los Baltazares y a sus familias: comida, una mesa llena de regalos y fundas de caramelos, que emocionaron a la docena de niños que acompañaban a los homenajeados.
A los dos les entregaron placas de reconocimiento y fundas de caramelos. Mientras que, fiesta aparte, hacían los hermanos pequeños de Baltazar; Ángel, de 6 años, y Miguel, de 5. Gracias a su ñaño, recibían por primera vez un regalo de Navidad. “En Navidad, me daban caramelos, un chupete, nunca un carro”, gritó el más pequeño.
Según su cuñado, en casa no saben lo que es Navidad. Mientras en el barrio organizan festejos, dentro del hogar nunca ha habido arbolitos, luces o intercambio de regalos.
Con ellos coincidieron las nietas de Baltazar Ushca. “Nosotros no celebramos. En la comunidad hay fiesta, cantantes. A veces, gente llega con caramelos. De pequeñas, salíamos a las carreteras a pedir las navidades, pero ya no”, reveló la niña, de 10 años, mientras abrazaba un muñeco de peluche que le entregaron.