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Hombre madrugó al centro de Huaquillas y lo mataron
Cristiana predicaba la palabra santa cuando se perpetró el crimen al estilo sicariato
En Huaquillas, cantón fronterizo de la provincia de El Oro, retumbaron las balas. Cerca de las 06:45 del sábado 7 de agosto, una mujer gritó alarmada: “¡Ay Dios mío, protégenos, padre amado!”. Era una religiosa que caminaba de un lado a otro llevando su mensaje, cuando de pronto asesinaron a Wilmer Geovanny Añazco Lalangui, de 42 años.
Su cuerpo quedó tendido en la avenida Teniente Cordovez y Santa Rosa, frente a la cooperativa de transporte Panamericana Internacional, diagonal al Municipio de Huaquillas.
“Fueron tres disparos”, dijo Enrique Loja, quien voceaba periódicos por la zona. “Había dos hombres en una moto, uno bajó, caminó tranquilo como si nada, se acercó al tipo y lo mató”, añadió. “Una vez que lo dejó ‘templado’ en el piso se fue corriendo y huyeron en la moto”, puntualizó.
Graciela Pucha se dirigía a sacar copias de unos documentos cuando escuchó los tiros y se escondió detrás de un poste. “Me llevé un gran susto, hasta se me cayeron los lentes. La verdad que vivimos en zozobra, ¿por qué hacen esto? La policía debe investigar estos hechos en la frontera”, manifestó mientras veía realizar el levantamiento del cadáver.
Los familiares de la víctima indicaron a las autoridades que Añazco Lalangui salió en moto de su casa hasta el centro de Huaquillas, con dirección a la Cooperativa Panamericana. Fue allí que lo ‘quebraron’.
Se conoció que la víctima, presuntamente, se dedicaba a enganchar a personas de nacionalidad extranjera para pasarlas hacia el vecino país de Perú.
Los agentes informaron que una bala hirió a otro ciudadano, pero se encuentra estable.