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Un hombre no se comió una mano sino un pollo
En un hospital del norte de Quito se pensó que operaron a un caníbal. En realidad los huesos que tenía en su interior eran del ave.
Lo que parecía ser la historia de un caníbal que se devoró una mano resultó ser, en realidad, un malentendido. Y todo surgió luego de que a un hombre le practicaron una operación, en un hospital del norte de la capital.
Se trata de la historia de un paciente, de 34 años, quien llegó a la casa de salud para que lo curaran de una dolencia que tenía en su estómago. Según el informe policial, esta persona estuvo internada durante cinco días y los médicos le detectaron que tenía una obstrucción intestinal.
La única manera de ayudarlo era practicándole una cirugía. Todo se preparó cuidadosamente y la intervención quirúrgica fue un éxito.
Sin embargo, lo que encontraron en el interior del ciudadano alarmó a los galenos. Se trataba de huesos que posiblemente eran de la mano de una persona.
Por eso, los doctores tuvieron que llamar a la Policía para que investigara. Al centro médico acudieron miembros de Criminalística, quienes identificaron a la persona intervenida y hablaron con el jefe del área de Patología para que les detallara lo que había sucedido.
Fijaron las evidencias –en este caso los restos– y se las llevaron para realizar las pericias. Sin embargo, todos volvieron a respirar con tranquilidad, cuando los resultados de las pruebas determinaron que lo que en realidad se comió ese paciente eran presas de pollo con todo y huesos.