Las investigaciones relacionadas con los atentados ejecutados en contra de Carlos Omar Kada Asencio han sido sigilosas y la Policía Nacional ha evitado dar detalles que permitan conocer quién es realmente.

En cinco días, el hombre, de 35 años, ha sido dos veces víctima de criminales, quienes a bala han querido acabar con su vida. En los dos eventos ha salido airoso. Sin embargo, los atentados en su contra han dejado dos víctimas mortales.

En el primer hecho, ocurrido el pasado viernes 6 enero, en la avenida Miguel H. Alcívar (norte porteño), falleció Jairo Michael Gamarro Solórzano, quien estaba cerca del sitio de la balacera. Él lavaba vehículos en una empresa de comercialización de carros. Carlos Omar se movilizaba, junto a una mujer, en un vehículo de alta gama, cuando sucedió el atentado.

Tras una persecución policial fueron detenidas dos personas, quienes se movilizaban en una camioneta, la cual quedó abandonada, pero en cuyo interior encontraron cuatro armas largas, tipo fusil.

La madrugada de ayer, nuevamente Kada fue el objetivo de los delincuentes, quienes irrumpieron en una casa de salud, ubicada en el norte del Puerto Principal, para matarlo. Sin embargo, esta vez el muerto fue uno de los criminales, cuyo ataque fue repelido por los dos individuos que le daban protección al herido. El cadáver del presunto criminal quedó dentro del ascensor, en el segundo piso.

Extraoficialmente se ha sabido que el hombre que se ha convertido en ‘blanco’ de una organización criminal tendría vínculos o participación en negocios de alquileres de vehículos, exactamente en la zona donde sufrió el ataque el pasado viernes. Pero esto no ha sido confirmado por la Policía.

Tampoco las autoridades han dicho públicamente los nexos que Carlos Omar podría tener con la delincuencia organizada y con qué propiedades cuenta, en zonas de lujo, o cuál es su parque automotor.

Mas otra fuente policial reveló a EXTRA que Kada es propietario de tres inmuebles ubicados en urbanizaciones exclusivas y de alto costo de Samborondón. “No es cualquier delincuente. Podríamos estar hablando del nuevo Leandro Norero. Es un narcotraficante de peso y seguramente lo quieren matar para sacarlo del juego y quedarse con la ruta de clientes para el envío de droga o porque en el círculo en que anda tiene un enemigo de gran alcance”, manifestó un investigador.

“Custodia inusual”

En rueda de prensa, el coronel Fabary Montalvo, jefe subrogante de la Zona 8, informó que tras la alerta recibida los policías que estaban cerca a la clínica ingresaron y verificaron que había una persona sin vida.

“Verificamos que la persona internada era la víctima de un atentado el pasado 6 de enero. Este señor estaba con una custodia inusual. Tras escuchar los disparos se activaron los protocolos de seguridad. La policía detuvo a los dos individuos que se encontraban como seguridad de la persona herida. Se hallaron tres armas de fuego en el interior del hospital, en un piso adyacente. Los uniformados estaban en la parte posterior y fueron quienes alertaron de lo que estaba ocurriendo”, explicó el jefe policial.

Aclaró que los custodios detenidos son personas que el herido había contratado y que portaban armas de fuego sin ningún tipo de permiso.

“(Los atacantes) Sometieron a los guardias, sustrajeron la tarjeta que abre las puertas. El fallecido es uno de los hombres que entró a atentar contra la vida de este individuo. No teníamos conocimiento de que adentro había sujetos armados. Hubo un enfrentamiento en la parte posterior entre los individuos que llegaron a matar y otros custodios que se encontraban en el lugar”, relató el coronel Montalvo.

Finalmente, dijo que el hombre herido el 6 de enero y quien tiene procesos judiciales fue dado de alta y trasladado por sus familiares hasta su domicilio.

Los detenidos son dos extranjeros, el venezolano Carlos López Villegas, de 23 años, y el colombiano Óscar Fierro Vera, de 21.

Le prendieron fuego y la dejaron botada

La camioneta blanca, doble cabina y con placa GTJ-2995, donde se habrían movilizado los responsables del ataque fue abandonada en una calle de la cooperativa Ener Parrales, en el noroeste de la ciudad.

El propietario del vehículo manifestó que su carro fue sustraído a las 21:00 del martes en las calles Vicente Trujillo y Bogotá, en el sector La Saiba, sur del Puerto Principal.

“Mi hijo salió a comprar en un comercio cercano. En ese momento fue interceptado por unos sujetos que lo amenazaron con arma de fuego, se le llevaron el carro y sus pertenencias. Una hora después lo dejaron botado en el suroeste. Los delincuentes le dijeron que la querían para hacer una vuelta y que luego la dejarían botada”, dijo el padre de la víctima.

El carro fue abandonado a las 04:00 en una calle inclinada, sin frenos, y esto provocó que terminara estrellada contra un poste de alumbrado público, lo que causó que el sector se quedara sin energía eléctrica por varias horas.