Exclusivo
Actualidad
¡Corviche con bala en el sur de Quito!
Un hombre fue asesinado en un restaurante en el sector de Guajaló, en el sur de Quito. En lo que va de marzo suman dos crímenes de este tipo.
En el sitio donde Javier López murió colocaron dos velas la noche del viernes para que, aseguraron, su alma encuentre descanso.
Horas antes, a las 17:30, el hombre, de 43 años, iba a comer un corviche con su hermano y un amigo cuando un sujeto entró, les levantó las gorras (como para reconocerlos bien) y le disparó detrás de la oreja derecha. Cayó al piso y agonizó unos minutos.
“Pensamos que era la olla de presión”, dijo Sebastián Macías, dueño del restaurante donde ocurrió el crimen, ubicado en el sector de Guajaló, sur de Quito.
Salió de la cocina y se encontró con su amigo y vecino en medio de un charco de sangre. Llamaron a emergencias, pero poco después falleció.
En las cámaras de seguridad de la calle Borbón se puede ver cómo un hombre con chompa gris camina varios metros hasta entrar al local y segundos después huye a bordo de una motocicleta con su cómplice, que lo esperaba en la puerta.
Los videos serán parte importante para la investigación de este asesinato, tipo sicariato, que asombró a los vecinos. “Sí habíamos visto al señor con sus hijos, pero nunca supimos de nada malo”, comentó una moradora.
Mauricio López, otro de los hermanos de la víctima, agregó que Javier no tenía problemas con nadie y tampoco conocía si había recibido amenazas previas.
Ese viernes envió a su esposa a Guaranda, en la provincia de Bolívar, para que se recuperara de una operación. Javier incluso había cocinado caldo de gallina a modo de despedida. La señora se enteró del asesinato por teléfono y tuvo que volver enseguida.
“La delincuencia ha aumentado en este barrio. Todos los días hay asaltos y nadie hace nada”, comentó Mauricio.
Enrique Bautista, comandante del Distrito Eloy Alfaro, dijo que la Policía Nacional realiza constantemente operativos para identificar personas sospechosas y los lugares donde se realizan actividades ilícitas.
Al sitio llegaron agentes de la Unidad de Criminalística para recoger los indicios de la escena del asesinato y establecer las causas.
Javier López vivía hace 25 años en Guajaló, a donde llegó desde Chone con toda su familia. Dos jóvenes, de 16 y 18 años, quedaron en la orfandad.