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Si no se atienden estas conductas, estas pueden repercutir en la parte emocional y académica.Romina Almeida / EXTRA

¿Tu hijo todavía no se adapta al período escolar?

El niño llora, patalea y no quiere desprenderse de ti. Trabaja con las maestras, que él vea que la escuela es un lugar seguro y confiable

Son las 06:00. La alarma no te despertó sino el llanto de tu hijo, quien tiene más de un mes en la escuela. Sin embargo, todavía no se adapta a su plantel, ni a la jornada escolar y cada mañana... ¡hace relajo!

“Los más pequeños lloran constantemente, cuando llegan a las instalaciones no se quieren desprender de sus padres. En situaciones extremas se harían pipí en la cama o pueden tener pesadillas”, dice Toyi Espín, psicóloga y orientadora.

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Otras señales manifestadas podrían ser vómito, no querer comer, no involucrarse en actividades escolares, no prestar atención, salirse de clase, solicitar con frecuencia permiso para ir al baño o ‘amagar’ que se sienten mal para ir al consultorio médico, detalla Maité Piedra, experta en neuropsicología y educación.

  • Varias causales

¿Qué puede ocasionar estos comportamientos? Piedra manifiesta que esto se presenta con mayor frecuencia en los estudiantes más pequeños, que están en educación inicial.

Trate de darle ánimo y confianza a los niños.Romina Almeida / EXTRA

Puede ser su primer año de escolaridad, hay cambios en la rutina: levantarse más temprano, el uso de uniforme, etcétera. El engreimiento es otro factor. No se corta el ‘cordón umbilical’, no desarrolla independencia. También pueden darse estas conductas en chicos que cambiaron de colegio; los que han sufrido acoso escolar; aquellos cuyos padres se estarían divorciando”, afirma la psicopedagoga.

“También hay que considerar a los estudiantes con síndromes o trastornos, a ellos se les hace una inclusión y habría que tomar en cuenta otro proceso de adaptación”.Maité Piedra, psicopedagoga

Espín agrega que hay instituciones que no buscan estrategias creativas para hacer que los niños se acoplen al ambiente escolar. “En algunos planteles hay la semana de adaptación, donde les permiten a los padres quedarse por unas horas, hasta que los niños vayan desapegándose de ellos y su casa, la cual es considerada como su refugio”, señala la orientadora. 

  • ​La parte emocional y la académica

Si no se atiende esta situación en los estudiantes, de forma inmediata, va a repercutir en la parte emocional, pues puede bajar su autoestima, generarle estrés y ansiedad al niño y esto va a arrastrar la parte académica, expresa Piedra.

Por eso es fundamental que trabajen los padres de familia, con los profesionales del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) y los alumnos

Una señal podría ser que el menor no quiera ingresar al salón.Romina Almeida / EXTRA
  • EXTRAtips

1. Hazle ver a tus hijos que el colegio es su segundo hogar. Cuéntale tus experiencias escolares, trata de darle seguridad de que vas regresar por ellos y que mientras tanto, sus profesoras los cuidarán con cariño y responsabilidad.

2. Que los profesores lo animen escogiéndolo como ayudante. Que el chico tome la lista, que le ayude pasando diapositivas, que realice cualquier actividad dentro del salón de clase.

3. Que el padre de familia elabore el calendario de los incentivos. En él se evidenciará de forma visual cómo va el chico en la escuela, así irá contabilizando los días. El sábado y domingo puede darle una recompensa positiva: lo dejo ir al parque, al cine, etc.

4. Busquen ayuda profesional. Si la conducta sigue, que intervenga la psicóloga para que trate las emociones y comportamiento del niño y la psicopedagoga para que refuerce contenidos académicos.   

“Los chicos deben sentir al plantel como su aliado, verlo como un lugar donde se van a desarrollar. Vivir la experiencia de forma voluntaria y amena, no de terror”.  
Toyi Espín, psicóloga y orientadora

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