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Un altar con fotografías del marino Gustavo Villalva fue levantado en la sala de su casa.Amelia Andrade y cortesia

La hija del marino secuestrado se convirtió en detective para hallar el cadáver de su padre

La contactaron por redes sociales y le dijeron dónde estaba sepultado. A la undécima vez lo encontraron. Amarrado y con un tiro en la cabeza

Cada llamada o mensaje que recibían a través de las redes sociales les devolvía la esperanza o las hundía en un profundo dolor. Sin embargo, la tarde de este jueves 21 de marzo, tras 10 meses de agonía, el suplicio de Diana Villalva, su madre y sus dos hermanas llegó a su fin, aunque de manera devastadora.

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El cadáver de su padre, el marino en servicio pasivo Gustavo Sergio Villalva Alejandro, fue encontrado enterrado a 80 centímetros de profundidad en el sector de La Ladrillera, noroeste de Guayaquil. Para retirar la osamenta, los policías utilizaron una retroexcavadora, contó la hija mayor del fallecido.

Villalva es una de las 1.064 personas reportadas como desaparecidas durante el 2023, de las cuales 109 fueron encontradas sin vida, de acuerdo con información proporcionada a este Diario por la Unidad de Desaparecidos de la Policía Nacional, que se encargó de su búsqueda y localización.

El marino, de 59 años, fue hallado en osamenta. Sus manos y pies estaban amarrados con cinta de embalaje y presentaba un disparo en la cabeza. Estaba desaparecido desde el 23 de mayo de 2023. Se movilizaba en su vehículo cuando fue abordado por sujetos que a la fuerza se subieron a su carro. Lo llevaron a su casa y ya adentro registraron sus pertenencias. Al darse cuenta de que fue miembro de las Fuerzas Armadas lo subieron en un auto y se lo llevaron.

Durante el 2023 y en lo que va del año, en el distrito Nueva Prosperina se ha registrado el mayor número de desaparecidos.

Diana Villalva conserva las prendas de vestir de su padre.Amelia Andrade

“Nunca perdimos la esperanza de encontrarlo con vida. Esta era la undécima vez que entrábamos a buscarlo en ese sector. Un señor que conoció de la desaparición de mi padre nos contactó y me dijo que había visto su cadáver, pero por la extensión de la zona era difícil dar con el lugar. Por mi papá me hice detective, hablaba con personas que pudieran darme información”, relató Diana, mientras con tristeza, observaba las fotos de su progenitor vistiendo el uniforme de las Fuerzas Armadas, institución de la que se retiró hace una década con el grado de suboficial primero.

Pero esta no era la única persona que se comunicaba con la familia de Gustavo. A través de redes sociales también recibían mensajes que decían que él estaba con vida y que se encontraba en Babahoyo, o en Colombia porque había sido reclutado para entrenar a sicarios.

En este han sido reportados 180 casos de desaparecidos, de los cuales 20 han sido hallados sin vida.

“Con el nombre de la mujer que fue detenida porque fue vista en su carro horas después de su desaparición, llegué a la cónyuge de este individuo, también con otros dos sujetos, a quienes en su casa les hallaron sus pertenencias. Ellos están detenidos por robo, pero hay otro proceso abierto por desaparición. Ahora que fue hallado su cadáver, que el caso sea investigado como un asesinato”, manifestó la joven.

Diana y su madre estuvieron presentes en el momento en que cavaron para desenterrar el cuerpo. Lo primero que vieron fueron sus piernas. Lo reconocieron por la vestimenta y por un cinturón que siempre usaba y que es característico de quienes son o fueron miembros de la institución militar. (AEB)