Lo presentía, pero en el fondo su amor de madre trataba de negarlo. Desde el viernes pasado en que se produjo un deslave que arrastró a su hija Silvana Sánchez y a otras 5 personas, Isabel Capa oraba y se había aferrado a la esperanza de la vida sobre la muerte. Hasta ayer en que soltó sus lágrimas para llorar sobre el cadáver de su Silvana.

“Hija mía, no puedo creer que estés muerta. Mi vida se me va sin ti”, se lamentaba la mujer, quien debió ser atendida por las unidades de rescate.

El cuerpo de Silvana, de 31 años, apareció ayer, cuatro días después de la tragedia, junto al del maestro Hugo Quevedo, docente de la escuela Paulina Solís, de Yantzaza.

Se los halló en la represa Delsitanisagua, ubicada unos 3 kilómetros más adelante de donde se produjo el deslave, en la vía en el sector del Retorno, que conduce de Zamora a Loja. Ellos viajaban en dos vehículos cuando fueron arrastrados por el deslave de tierra y lodo.

Personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y bomberos, junto con el de la Dinased, se trasladaron hasta el sitio, donde verificaron que las dos víctimas presentaban golpes en sus cuerpos y cortes por el arrastre de la palizada y estaban en descomposición.

Familiares reconocieron a los fallecidos, que posteriormente fueron trasladados hasta la ciudad de Loja para la autopsia de le

Trabajaban juntos

Del resto de desaparecidos, Luis Burí, de 35 años; Yésica López (26); Miguel Aldean y Sonia Jadán (63 años y esposa de Hugo), no se conoce aún su paradero.

Alexandra Herrera, madre de Yésica López, solo le pide a Dios fuerzas para ver por última vez a su hija. Ella es la primera de dos hermanos, son del cantón Paltas, de la provincia de Loja.

En tanto que la presidenta de la Junta Parroquial de Los Encuentros, Kelly Montaño, contó que Luis Burí, quien es ingeniero civil, y Silvana Sánchez, quien era contadora, trabajaban con ella desde hace unos seis meses; mientras que Yésica López es ingeniera Civil y estaba por cumplir dos meses de labores.

“Los tres son de la provincia de Loja y forman un equipo de profesionales inigualables”, señaló al referirse a ellos, agregando que “son unos chicos trabajadores, siempre predispuestos a ayudar a las personas y realizar proyectos a favor de la comunidad”.

Homenaje a esposos y docentes

En la Unidad Educativa Juan XXIII, del cantón Yantzaza, maestros y padres de familia levantaron una capilla ardiente en honor a los esposos Hugo y Sonia, docentes por más de 30 años.

Rony Quevedo, hijo de ambos, con nostalgia y voz entrecortada, recuerda a sus padres como “dos seres humanos dedicados a la educación de los niños, incluso les gustaba ayudar a sus alumnos a recuperarse dándoles clases en la casa”.

Los planes que tenían sus padres era jubilarse y pasar sus días en una pequeña finca que tienen.

Bélgica Sánchez, rectora del establecimiento educativo, refirió que Sonia Jadán “era una docente entregada a su trabajo, siempre dispuesta a ayudar a los chicos”.