Desde la tarde del jueves 17 de abril, la familia de Rubén, un adolescente de 17 años, no tenía noticias sobre su paradero. Según contaron sus allegados, la última vez que lo vieron, él les dijo que saldría a visitar a un amigo. Sin embargo, la mañana del sábado recibieron una llamada que les confirmaría la peor noticia: Rubén había sido asesinado a puñaladas.

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El cuerpo fue hallado dentro de una vivienda ubicada en la cooperativa San Jacinto, en el cantón Durán. De acuerdo con versiones preliminares, Rubén fue visto por última vez en la cooperativa Ana María de Olmedo. Al notar su ausencia, sus familiares denunciaron la desaparición ante la Fiscalía.

Según comentaron allegados a la víctima, Rubén habría salido acompañado de una mujer que presuntamente tendría vínculos con el grupo delictivo organizado (GDO) Latin Kings. Además, mencionaron que mantenía una amistad con un individuo conocido por el alias de “Mortadela”, con quien habría mantenido comunicación antes de su desaparición.

Uno de los familiares relató que desde el jueves, aproximadamente a las 14:00, perdieron contacto con el joven. La mañana del sábado, además de confirmar su fallecimiento, recibieron amenazas telefónicas en las que se les advirtió: “No hagan más escándalo si no quieren más muertos en su familia”.

Moradores de donde fue hallado el cadáver, quienes prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a represalia, indicaron que la vivienda donde se encontró el cuerpo permanecía abandonada desde la muerte de sus antiguos propietarios.

Indicios encontrados en el lugar:

• Tres cuerdas

• Un cuaderno con fotografías

• Un cuchillo

• Un pedazo de tela con posibles máculas de sangre

• Un par de zapatillas blancas

Las autoridades investigan el caso bajo la hipótesis de un posible crimen vinculado a conflictos entre bandas o ajustes de cuentas.

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