La llamada telefónica de la profesora del menor de sus tres hijos se convirtió en el presagio de lo que sería la noticia más triste que ha recibido Jennifer Pillasagua y que tiene desgarrado su corazón.

“¿Con el representante de Erwin? Señora, a su hijo le han disparado. Acérquese urgentemente al colegio”, fueron las palabras de la maestra, quien llorando contactó a la progenitora del estudiante, de 15 años, asesinado a escasos 40 metros de su establecimiento educativo, a las 13:00 del viernes 19 de mayo.

El adolescente era alumno del colegio Dolores Veintimilla, ubicado en el bloque 9 de Flor de Bastión, noroeste de Guayaquil. Salía de clases y se dirigía a su casa en la cooperativa Ciudad de Dios.

Jennifer recordó que tras cerrar la llamada salió corriendo de su casa con la esperanza de que su “bebito”, así lo llamaba de cariño, estuviera vivo. Sin embargo, a medida que se iba acercando a la escena, constataba la terrible realidad, ya que un cordón policial rodeaba a la víctima, quien yacía en el piso. Tenía rastros de sangre.

“No podía creerlo, toqué sus manos, su rostro, mi niño estaba muerto y todo por un celular. Si ya se lo quitaron, ¿para qué dispararle? Era un joven cuyo único vicio era jugar pelota, me repetía que soñaba con ser futbolista o militar; me dicen que puso resistencia, a él no le gustaba dejarse”, manifestó Jennifer, quien, acompañada de sus familiares, aguardaba afuera del Laboratorio de Criminalística el cuerpo de su muchacho.

Contó que este era el primer año que su hijo asistía a este establecimiento educativo. Antes estuvo en otro plantel, situado en Monte Sinaí, cursaba el primero de bachillerato.

“Las clases comenzaron el 27 de abril, no tenía el uniforme y no lo mandé hasta el 2 de mayo, recién este lunes le pude comprar los cuadernos. Estaba feliz, me dijo: ‘Mami, debo ponerme al día’ y de un momento a otro me lo arrebatan como si nada, a él se le llevaron el celular; a mí, la vida”, expresó entre lágrimas. (AEB)

El 8 septiembre de 2022, un estudiante, de 16 años, del mismo plantel, fue atacado a tiros tras salir de clases. Falleció 8 días después en una casa de salud.

El adolescente fue atacado a uno 150 metros del plantel, cuando caminaba hacia su casa. Recibió un disparo en el cráneo y otro en el abdomen. Padres de familia reclamaron por la inseguridad en el sector.