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El caso se suscitó en un apartamento del centro del Puerto Principal.Cortesía

¡Sexo, alcohol... y muerte en un 'depar' del centro de Guayaquil!

Un hombre había buscado a una sexoservidora por internet, se ‘pegó’ unos tragos con ella y al día siguiente fue hallado sin vida

Una supuesta noche de sexo y alcohol terminó con la muerte y el robo de las pertenencias del supuesto contratante de una trabajadora sexual, en un apartamento de las calles García Avilés y 9 de Octubre, en el centro de Guayaquil, el domingo 21 de noviembre, según la declaración que un amigo de la víctima dio a la Policía.

El perjudicado fue identificado como Marlon Barreto, de 42 años, mientras que su ‘pana’, un costarricense de 29 años, como Chun Youg.

En un informe policial, al que Diario EXTRA tuvo acceso, se detalla que los amigos pernoctaban en diferentes habitaciones y que el ecuatoriano, a través de internet, había conseguido y contratado a una sexoservidora.

La víctima no presentaba lesiones en su cuerpo. Los forenses determinarían la causa del deceso.

Con ella, los dos conocidos habrían tomado algunas copas de licor. Luego, Youg se habría dirigido a su cuarto y al despertar, cuando fue en búsqueda del ecuatoriano, se llevó una sorpresa, pues lo encontró sin vida.

Además, habría descubierto que la trabajadora sexual no estaba y que también le hacían falta algunas pertenencias: dos televisores, dos celulares, una laptop y una consola de videojuegos.

En consecuencia, llamó al ECU 911 y en pocos minutos llegó una ambulancia del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), a cargo del paramédico Alejandro Sánchez, quien comprobó que la víctima no tenía signos vitales.

Por eso, también acudieron al sitio peritos de Criminalística y agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), para analizar el lugar y tomar versiones a posibles testigos.

Preliminarmente, los investigadores sospechaban que a la víctima le habían administrado algún tipo de sustancia, en una bebida, que le provocó la muerte.

Delito

El artículo 189 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) configura que, en el delito de robo, si un delincuente utiliza sustancias para alterar el conocimiento y someter a una víctima, para dejarla indefensa, la pesa será de cinco a siete años de prisión, siempre y cuando la persona afectada quede con vida.

Sin embargo, si el perjudicado fallece, la situación cambia: “si a consecuencia del robo se ocasiona la muerte, la pena privativa de libertad será de veintidós a veintiséis años”, se detalla el cuerpo legal.