Las maletas y el desayuno que Wilter José González Micolta, de 36 años, y su esposa Gisella Carolina Aguilar Cumbicus (30) habían preparado para el viaje que, junto a sus tres hijos, iban a realizar a la playa, quedaron rodeados de un charco de su propia sangre.

A las 06:40 de ayer, cuando se alistaban para emprender el paseo, dos hombres ingresaron a su domicilio, en la manzana 234 de la ciudadela Los Vergeles, en el norte de Guayaquil, y los mataron.

La hija mayor de la fallecida contó a sus familiares que ella estaba sentada en el portal de la vivienda esperando que su mamá, su padrastro y sus hermanitos estuvieran listos para viajar hasta General Villamil Playas, balneario donde habían planificado pasar la mañana y tarde del domingo.

“Empujaron a la hija y se metieron a la fuerza. Le dijeron ‘apártate’. Los asesinos vestían chompas de color negro y rojo y usaban mascarillas. Llegaron en un auto gris y lo parquearon frente a la casa”, relató la chica de 15 años a sus parientes.

La adolescente y sus hermanitos de 8 y 2 años, hijos en común de las víctimas, presenciaron cómo los criminales acabaron con la vida de sus progenitores.

Gisella era oriunda de Machala, provincia de El Oro, pero tenía más de 20 años residiendo en el Puerto Principal.

Ajuste de cuentas

La fiscal Blanca Noblecilla, quien ordenó el levantamiento de los cadáveres, manifestó que el doble asesinato al parecer se trató de una represalia y por problemas de droga.

“Presuntamente fue un ajuste de cuentas relacionado al microtráfico. Los asesinos se bajaron del carro y entraron caminando, dos niños estaban dentro de la casa y la chica afuera. La señora, al parecer, intentó esconderse y meterse en el baño, pero la siguieron, el esposo quedó entre el dormitorio y la sala”, relató la funcionaria.

El mayor Dennis Cárdenas, de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), informó que González Micolta registra ocho procesos judiciales, cuatro por robo, dos por porte de armas y dos por tráfico de sustancias sujetas a fiscalización.

También reveló que hace cuatro meses había salido de prisión y que en marzo pasado mataron a un familiar de su cónyuge.

OTROS HECHOS

‘Quebraron’ a otros tres e hirieron a dos

A las 05:00 de ayer, en el bloque 2 de Bastión Popular, dentro de una casa donde funciona un centro de diversión clandestino fueron asesinados Édgar Eduardo Quimí Jibaja, de 29 años, y un adolescente de 16.

Una moradora, quien evitó dar su nombre por temor a represalias, manifestó que no es el primer crimen que ocurre en este lugar que funciona de forma ilegal y que perturba la tranquilidad de los vecinos.

El teniente coronel Carlos Rivadeneira, jefe del distrito Pascuales, dijo que la Policía verificó que en la casa funciona una bailadero clandestino y que el menor de edad presuntamente trató de escapar para no ser alcanzado por los proyectiles.

Trece horas antes, a las 16:40 del sábado, en las calles Letamendi y la 36 (suroeste), fue asesinado, con 12 tiros, Pedro Alfredo Ayala Méndez, quien registra dos procesos por droga.

A las 15:30 del mismo día, en la avenida Casuarina, también conocida como entrada de la 8 (noroeste), sicarios atentaron contra la vida de Miguel Ángel Demera Garcés y Javier Bravo Valencia, ambos se encuentran hospitalizados.