Exclusivo
Actualidad

Las obras en la calle Argentina aún no terminan. Las calles lucen llenas de lodo y agua lluvia estancada. Y todavía falta mucho.Amelia Andrade / EXTRA

Guayaquil: retraso en obra municipal deja la calle Argentina llena de lodo y agua lluvia

El concejal Josué Sánchez dijo que obra estaría lista al finalizar abril. Mintió. Retrasos generan muchos problemas a la ciudadanía.

La bravuconada del concejal de Guayaquil Josué Sánchez quedó solo en eso. ¡Bravuconada y nada más! Dos meses después de que diera un manotazo en la mesa durante una sesión del Concejo Cantonal y cuestionara a quienes criticaban el avance de la obra en la calle Argentina, desde la calle 19 hasta la 27 (en el suroeste) la situación sigue igual... o tal vez peor.

Ese 1 de febrero pasado su respuesta ante la observación del edil alterno José Flores, quien en mesa de Concejo cuestionó el retraso de obras, fue: “en los próximos dos meses deberá estar terminada”.

¡Mentira! Abril ya va por su segunda semana y continúan abiertas 8 cuadras de esta arteria. EXTRA realizó un nuevo recorrido en el sector y comprobó que la indignación ciudadana está asentada al igual que pequeños montículos de piedras, madera, fierros y basura.

Ya no hay polvo, pero sí el lodo originado por las recientes lluvias caídas en la ciudad, lo que ha obligado a que los moradores, cuando salen de sus viviendas, busquen la manera de no enlodarse. La mayoría no lo logra. 

Lodo, retraso y basura

El tramo de las calles abiertas comprende desde la 19 hasta la 27 y, aunque se encuentra la maquinaria y trabajadores, en ciertas cuadras, las tareas no avanzan al ritmo esperado de esta comunidad, que también debe andar con cuidado de no caer en los huecos. Todo un viacrucis.

A la altura de la calle 23, donde se ha abierto un espacio para conectar el acceso de la calle Portete y pasar la Argentina hacia la San Martín, los ‘hacheritos’ han hecho del lugar un basurero. Ni bien pasa el camión recolector enseguida aparecen más desperdicios: basura común, muebles viejos, rumas de madera o zinc, animales muertos.

180 días debían durar los trabajos en la calle Argentina en la fase dos. Ya van para un año y aún no se terminan.

Amalia Llerena le ha cerrado las puertas a sus hijos y no deja que salgan, pues teme que sus niños, de 8 y 10 años, “caigan en un hueco, se rompan las piernas o se infecten con tanta agua sucia que hay acumulada en este desastre de obra”.

Mientras que Mercy López, una moradora que dedica cada mañana a limpiar su portal y ventanas, manifestó todo su coraje y dijo que “no sé qué mismo piensan hacer en la calle con tanto tiempo trabajando. No es justo que sigamos así, soportando polvo y ahora lodo”.

Ante estas molestias, Diario EXTRA le consultó a Sánchez por qué continúan las calles abiertas, cuál es la razón de la demora y por qué no está terminada como lo prometió, pero hasta el cierre de este artículo no llegaron las respuestas. Lo mismo pasó con la consulta de cuándo finalmente estará lista la Argentina: silencio.

Una mentira

El boletín más reciente que cita el Cabildo sobre la calle se dio el pasado 21 de marzo de 2023. Se publicó que avanza la “reconstrucción con pavimento” y que se realiza la instalación de tuberías de aguas servidas y de aguas lluvias, además de la construcción de bordillos, cunetas y el mejoramiento vial. Al momento el avance es del 65%.

El cartel que indica el tiempo en que debía terminarse la obra. Incumplimiento total.Amelia Andrade / EXTRA

Diario EXTRA se contactó con José Flores, que es el edil alterno de la concejala Laura Arteaga, del Partido Social Cristiano, y calificó al escenario actual de la calle Argentina como “una mentira más del alcalde encargado en esa época (...) Quedó demostrado que tuve razón. Es una mentira más de obras inconclusas en Guayaquil. El domingo anterior estuve en el sector y todo seguía igual; no ha avanzado nada y ahora con el invierno todas esas calles parecen ríos”, manifestó Flores.

Negocios afectados

Los comerciantes y dueños de tiendas, talleres mecánicos y otros negocios del sector están preocupados de que la obra no concluya, pues la mayoría alega que ha registrado pérdidas y más en medio de la ola delictiva que azota al Puerto Principal.

Jorge, dueño de una mecánica, asegura que sus clientes ya no van porque no pueden ingresar “porque es puro lodo”.

Mientras que los negocios de comida ubicados en la calle Argentina, entre la 20 y la 21, han colocado puentes de madera o arreglado accesos... pero igual lucen vacíos.

Las personas tratan de sortear el lodo al salir de sus casas. Eso es difícil, por lo que a veces salen en zapatillas y llevan los zapatos guardados.Amelia Andrade / EXTRA