Bajo la emblemática estatua del Fuerte Militar Huancavilca, situado en la vía a Daule de Guayaquil, Alexander Reyes salía cabizbajo de la convocatoria para reservistas ecuatorianos realizada el 13 de abril. “Para mí era un orgullo volver a vestir el camuflado pixelado”, expresaba el joven de la leva 2003, quien por no llevar la documentación completa, quedó fuera del programa que espera recibir a 1.800 voluntarios a nivel nacional.

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Desde las 06:00 de la mañana, más de 2.500 aspirantes asistieron para un cupo de los 550 que correspondía a la Brigada de Infantería del Quinto Guayas. Esta jornada, convocada por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en 9 puntos del país, buscaba reintegrar a soldados que cumplieron su servicio militar entre las levas 1984 y 2003.

Deivi Valverde, proveniente del cantón Ventanas en Los Ríos, viajó casi tres horas para llegar al llamado con la esperanza de obtener un cupo y, además de servir a su patria, recibir la remuneración que ofrece el Ejército tras haber quedado desempleado. Al igual que él, muchos reservistas acudieron motivados por la difícil situación económica que atraviesa Ecuador.

Este reentrenamiento, que se desarrollará del 13 al 23 de abril, se divide en dos fases: la primera servirá como recordatorio de la instrucción militar, mientras que la segunda enfocará a los reservistas en brindar apoyo durante el referéndum y consulta popular 2024.

El capitán de navío y comandante de la base occidental, Carlos Guzmán, informó a EXTRA que el pre-registro en línea contó con 16.000 inscritos, de los cuales se seleccionará a los más “idóneos” para las tareas asignadas. Para el mediodía de ayer, un primer bus con 50 reservistas ya había partido hacia San Lorenzo, Esmeraldas.

“Cuando la patria te necesita, tienes que presentarte”, expresó con convicción Jhon Ponce, aspirante de la leva 2000, quien llegó al Fuerte Huancavilca desde las 06:30 y al mediodía aún permanecía en la fila, que se extendía por cerca de 800 metros. El deseo de Ponce era “revivir la experiencia militar y servir al país”, con la esperanza de ser seleccionado para este importante llamado.

Tras un acuerdo ministerial creado el 1 de abril del 2024, el Ejército solicitó al Estado 227.683,60 dólares para diversos gastos, incluyendo viáticos, servicios personales, vehículos, materiales de oficina, aseo, seguros, medicinas y productos farmacéuticos.

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