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10 unidades de bomberos se encargaron de controlar el incendio, el cual consumió una vivienda de cerca de 200 metros cuadrados. 
Carlos Klinger

Guayaquil: Lo que quedó de las cenizas en Fertisa

Un incendio consumió por completo una vivienda en Fertisa, al sur de Guayaquil. Una familia de 20 personas, entre ellos dos adultos mayores y siete niños, quedaron sin su hogar. Los damnificados piden ayuda.

Lo único que quedaron de 45 años de vida fueron las cenizas, tablones quemados por doquier, unas láminas de zinc en la calle que escurren agua y unas cuantas prendas de ropa empapadas.

Durante más de cuatro décadas, cinco generaciones de una familia pudieron dormir bajo el mismo techo, en Fertisa: los hijos e hijas de Reinaldo Baquerizo y Mercedes Bazurto cuando contraían matrimonio venían con sus parejas a vivir ahí.

Así empezó la cadena que se rompió este 12 de enero por un incendio en la vivienda. Debido a la situación, tuvieron que dormir los siete niños y 12 adultos en la casa comunal de este barrio.

De lo primero que Baquerizo se queja en esta situación es de su silla de ruedas. Esta es la única con la que puedo desplazarme y vea cómo son las cosas… se dañó cuando me sacaron del incendio. Así es la suerte.- dice el hombre de 74 años.

Reinaldo Baquerizo fue dejado en la acera de enfrente mientras su hogar se quemaba.Carlos Klinger

La escena, en retrospectiva, fue un caos total. No porque Baquerizo estuviera frente a su hogar mientras las llamas lo consumían y todos salían corriendo, sin que él se inmutara. Aunque sufre de los nervios y no tuvo un ataque, la que perdió el temple fue Mercedes cuando regresó a su hogar.

Cuando Mercedes estaba en la esquina de su casa y empezó una caminata de unos pocos metros rodeada de sus nietos y nietas, no se percató de pasar al lado de Reinaldo. Abrió el camino entre sus vecinos; no escuchó las recomendaciones de los bomberos y tampoco los gritos de algunas amigas que gritaban: “¡No la lleven!”.

Nada de ello impidió el desplome. - “¡Mi mamita va a morirse!”-, gritó una de las nietas. Todos la abrazaron mientras ella, en el portal de su casa, veía solamente humo y cenizas.

-Ver mi hogar así (Baquerizo apunta con su dedo índice a la casa) es un dolor que llega aquí…- dice el pintor de 74 años, dándose algunos pequeños golpes en el centro del pecho.

Mercedes, mientras iba en su caminata al que ha sido su hogar por 45 años.Carlos Klinger

Baquerizo asegura que cuando iniciaron las llamas, él se encontraba en su cama y su nieta fue quien gritó que un colchón se estaba quemando. Según los bomberos, se desconoce por qué se habría dado el incendio, pero todo apuntaría a un corto circuito.

Las horas posteriores a la tragedia, que no dejó heridos ni víctimas mortales, los afectados se dedicaron a intentar organizar lo poco que les quedó y algunos vecinos les han donado ropa y comida, pero piden ayuda a la ciudadanía para poder rearmar su hogar.

Contacto: 

Las personas interesadas en ayudar a esta familia de la manera que puedan, pueden contactarse al: 099 386 7489.