Desde hoy, miércoles 27 de septiembre, nueve unidades educativas del noroeste de Guayaquil se acogieron al plan retorno seguro, es decir, retomaron a las clases presenciales y para ello cuentan con la presencia de la Policía Nacional.

Sin embargo, el teniente coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Nueva Prosperina, el más violento de la Zona 8, develó una serie de delitos de los que son víctimas, ya no solo quienes habitan en este sector, sino los maestros y alumnos.

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"Tenemos diseñado un plan escuela segura de escuela segura, en 9 unidades educativas, la hemos priorizado con base en la concurrencia de hechos en el sector, tenemos conocimiento de que existe una serie de economía criminal en el interior de las escuelas, es decir que están extorsionando a los maestros, se extorsionan entre estudiantes paras evitar ser víctima de un golpe o de una riña, tenemos evidencias de estudiantes que ingresan armados y que disparan dentro de la institución"m reveló el jefe policial.

Explicó que hay varios maestros que han puesto ya la denuncia en la Fiscalía y que la Policía está investigando estos hechos. "Le exigen hasta 2.000 dólares a todas las unidades para dejarla laborar, pero en este momento se han masificado este tipo de delitos, y como ponen artefactos explosivos por temor terminan pagando", sostuvo.

Afirmó que en el noroeste porteño tres estructuras delictivas son las que se han tomado el territorio para cometer diversos tipos de delitos y que como una medida de solución se ha solicitado la presencia de agentes dentro de los planteles.

Sostuvo que el policía escolar genera confianza al maestro, pero esta situación se agrava con el pase del año, ya que hay estudiantes que están inscritos, pero van a clases una vez cada dos semanas y es para hacer una economía criminal.

"Esto lo podemos evidenciar con las investigaciones. Aparte afuera de los colegios hay locales donde se venden bebidas alcohólicas, en eso también estamos trabajando. Dentro de los plantes a los alumnos le dicen 'dame un dólar para no pegarte', con base en una muestra técnica, hemos evidenciado que el 16% de los estudiantes son parte de la GDO (Grupo de delincuencia organizada), es decir, si el colegio tiene más de 2000 estudiantes, más de 200 están vinculados a estas actividades delictivas", agregó.

Finalmente, sostuvo que las bandas criminales reclutan a los estudiantes de entre 12 a los 17 años, ya que imputables y en caso de ser detenidos, lo máximo que se les puede aplicar es una medida socioeducativa. "Este muchacho puede estar vendiendo droga y no va a hacer aislado".

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