Para los moradores de Sauces 1, al norte de Guayaquil, ni la tercera ha sido la vencida. Los vecinos de la ciudadela, ubicada en la avenida José María Roura, han denunciado por dos ocasiones el daño en algunas luminarias del sector. Unas peores que otras, según una de las moradoras.

“Desde hace ya un tiempo venimos enviando oficios a CNEL (Corporación Nacional de Electricidad), pero pareciera que no nos prestan atención. Son tantos que tenemos anotados los códigos de cuáles son los averiados para saber y luego comunicarlo en los pedidos de ayuda”, dice Alexandra Laborde, presidenta del Consejo Barrial de Sauces 1.

TAMBIÉN PUEDES LEER: (Matanza en Durán: Chone Killers, la banda criminal que les cobró con sangre no pagar 'vacuna')

Alexandra está enterada de todos los que alumbran como una pequeña linterna en una noche oscura porque hace poco tiempo realizaron la venta de comida y tuvo que recorrer todas las peatonales, de manera que aprovechaba en corroborar el correcto funcionamiento de las luces.

“La primera que corre peligro es una que está en el parque. Aparte de que enciende cuando quiere, la estructura parece que se fuera a caer en cualquier momento”, afirma.

Sin embargo, quien realmente teme por las consecuencias del desplome del poste es Carmen Pacheco, quien reside frente al lugar donde se ubica el ‘susodicho’.

“Está el nuevo poste ya instalado (uno de metal), pero no hacen nada por mover los cables de uno al otro”, dice Alexandra.

A esto, Carmen le responde que todo es peor porque parte del cemento del primero de ellos ya se está cayendo. “Mírelo, ya está totalmente cuarteado. No se puede vivir en paz”, menciona.

TE PUEDE INTERESAR:  (Crimen organizado en Ecuador: Las nueve recomendaciones al presidente Daniel Noboa )

Pero los problemas no acaban allí, pues Oswaldo Zamora, quien tiene diez años en el sector, dice que la luminaria que está afuera su vivienda no enciende correctamente. “No es el alumbrado público que el sector necesita. Debe ser más fuerte”, se queja.

Tanta es la oscuridad en la cuadra de Oswaldo que en un parqueadero ubicado a un costado, delincuentes han robado más de dos veces a los autos que allí permanecen durante las noches. “Yo he sido víctima dos veces. Lo que ahora toca es llevarlo a otro lugar con guardia (al carro), pero en el camino igual se corre peligro”, cuenta.

En este sector pareciera que aplica algún dicho del mundo del revés (barrio que sufre unido, permanece unido) porque aún estando a varias cuadras, Helina y Glenda, mientras paseaban a sus bebés en la tarde un tanto fresca, sufren de lo mismo.

“Este pasillo (entre la manzana 20 y 21) es ‘la boca de los leones’. Se llevaron hasta las cajitas metálicas que recubrían los focos”, señala Glenda.

Mientras, Helina cuenta que no pueden confiar en la Policía Nacional porque ya no realizan patrullajes en la zona. “Hace unas semanas se llevaron un camión de aquí y nadie pudo hacer nada”, finaliza.

¿Quieres acceder a más contenido de calidad? ¡Suscríbete a Diario EXTRA!