Exclusivo
Judicial

Esta era el área de Recepción de la clínica de rehabilitación clandestina.Alex Lima

Guayaquil: Identificaron a 5 de las 7 víctimas del incendio en una clínica de rehabilitación

EXTRA pudo obtener los nombres de las 5 primeras víctimas identificadas, conócelos aquí.

El supuesto descuido de los celadores de una clínica de rehabilitación clandestina es lo que habría permitido que un joven, desesperado por huir del sitio, tomara una caja de fósforos y la escondiera para, horas después, encender las colchonetas que provocaron un incendio y la muerte de siete internos, incluido él.

Es lo que se detalla en uno de los últimos informes policiales a los que Diario EXTRA tuvo acceso, de manera extraoficial, porque la Comandancia Zonal, en Guayaquil, informó que no se pronunciaría al respecto, porque la investigación estaba bajo el sigilo de la indagación previa.

El hecho se registró la tarde del martes 1 de marzo, en la calle Q, entre la 17 y la 18, del suroeste porteño. En el lugar, los moradores aseguraban desconocer a las víctimas. Incluso, para ellos, se trataba de jóvenes que provenían de otras ciudades y provincias.

En los últimos 7 años, el sitio ha sido alquilado para una iglesia evangélica y para otra clínica ‘trucha’, que fue clausurada.

Sin embargo, Diario EXTRA también pudo obtener los nombres las primeras cinco víctimas identificadas oficialmente: Bryan Ismael Patiño Bravo, Carlos Alberto Chaca Mendoza, Jeremy Dillan Figueroa Morales, Fernando José Catagua Holguín y Jean Carlos Quijije Martínez.

A ellos se sumaría Víctor Parrales, un joven a quien sus familiares buscaban la manera de reconocer legalmente en el Laboratorio de Criminalística, la mañana del miércoles, pero el trámite se habría complicado porque, según se conoció, el joven no estaba inscrito en el Registro Civil.

De los propietarios de la clínica clandestina los lugareños conocían poco. Comentaron que solo los llamaban el ‘director’, o también don Raúl, y la hermana Ligia.

Un joven tomó a escondidas una pequeña caja de fósforos.Teddy Cabrera

Los residentes señalaron que ellos se asentaron en el lugar hace ocho meses aproximadamente, pero una supuesta historia de traición en la presunta pareja habría provocado que la mujer se hiciera a un costado, para que el hombre, presuntamente con su nueva novia, se quedara a cargo del establecimiento.

No obstante, habrían descuidado a los internos, quienes en ocasiones habrían padecido de hambre, y pidieron a la hermana Ligia que volviera. Fue así que ella habría tomado las riendas del lugar, comentó la líder barrial y presidenta del Comité Promejoras Héroes del 41, Magaly Briones.

Ella, entre sus labores comunitarias, brindaba apoyo a los jóvenes, porque creyó que realmente se trataba de una fundación, supuestamente llamada Súmate a la vida.

“Hicieron un letrero grande. Hasta nos dijeron que iban a vender pan y creímos que así sería, pero de repente no supimos más, porque nunca pusieron el letrero...”, recordó.

La lugareña acotó que hace aproximadamente un mes fue que la hermana Ligia se hizo cargo de la clínica clandestina. “Era muy buena gente, pero no sabíamos que no existían permisos. Esto nos ha sorprendido a todos...”, aseguró.

En el directorio de la Secretaría de Derechos Humanos, existe una fundación con el mismo nombre, legalizada el 27 de octubre de 2020 y asentada en una dirección diferente: las calles 41 y Goyena, del suburbio.

Se consultó a dos representantes de esta Secretaría, que acudieron al Laboratorio de Criminalística, si podían dar una versión, pero sostuvieron que no estaban autorizados para dar una declaración oficial.