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Guayaquil: el 'héroe' de Sauces 3
Álvaro Jiménez rescató a un hombre que realizaba arreglos en el sector y quedó electrocutado por la explosión de un transformador.
En las venas de Álvaro Jiménez dejó de correr sangre. Durante cerca de 20 minutos, la adrenalina se apoderó de su cuerpo. “Cuando ves que alguien está peligrando por su vida, no te preguntas nada, solo actúas”, dice.
Las decisiones solo pueden evaluarse en retrospectiva. Por eso, cuando Álvaro recuerda que en la tarde del lunes 6 de marzo rescató a un hombre que se electrocutaba en lo más alto de un poste, siente orgullo.
En chancletas, pantaloneta y una camisa aguamarina, el colombiano, de 43 años, rememora que un trabajador se encontraba laborando en un transformador de la ciudadela Sauces 3, norte de Guayaquil, cuando este explotó.
“Sonó como si hubiera caído un trueno y luego, lo que escuché, fueron unos gritos de alguien pidiendo ayuda”, recuerda Jiménez, quien es electricista de profesión.
En ese momento se asomó y vio que del poste de luz colgaba un hombre que acababa de recibir una descarga.
Lo primero que pensó fue en subirse a uno de los techos de uno de los vecinos y de ahí tomar al afectado, pero en ese momento, otro de los moradores salió a ver y se dio cuenta de que desde su casa, dada la cercanía con el poste, era más factible realizar el rescate.
“Realmente no sé ni cómo pudimos bajarlo. Solo sé que una vida peligraba y era lo que tenía que hacer”, comenta.
Patricia Vázquez, otra vecina, califica como algo heroico lo realizado por Jiménez. “De no ser por él, creo que el trabajador hubiera muerto electrocutado”.
Sin embargo, la escena que se repite en la mente del ‘héroe’ de Sauces son las quemaduras del afectado. “Era impresionante cómo le quedó el abdomen, casi se le explotan los testículos y las piernas quedaron vueltas nada”, dice.
Exigen reparación
Los moradores, reunidos en torno a Jiménez, también hicieron un llamado a la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), dado que el transformador ha explotado tres veces y hay cables que están colgando a la altura de las personas.
“Hacemos un llamado a las autoridades porque esto puede ser una tragedia que les compete a ellos. Necesitamos que nos arreglen esto porque pueden perderse vidas”, comentó otra de las vecinas.
Añadieron que, en una anterior ocasión, otro trabajador también se electrocutó, pero que no llegó a ser tan grave.
“No sabemos cuándo tomarán cartas en el asunto. El problema no solo está aquí, sino también en algunas cuadras de alrededor. Esperamos que la nueva administración haga algo con estos inconvenientes”, expresa Vázquez.
Entre tanto, Álvaro empieza a adentrarse en el portal de su casa. Su importancia no está en los flashes, ser reconocido, ni mucho menos salir en la prensa -pese a que saldrá- por algo que cualquier ser humano debería hacer.
“Esto es algo de empatía y ayudar siempre que podamos, no porque nos graben o nos suban a redes, sino porque somos seres humanos”, concluye.