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Guayaquil: Padres están como policías por sus ‘pelados’ luego de que un joven fuera herido de bala
Padres de familia están preocupados. Aseguran que los pillos les ‘montan cacería’ a los chicos para arrebatarles sus pertenencias. Piden la intervención de las autoridades.
Faltaban 20 minutos para las 12:00 y Jacqueline ya estaba parada, como policía, cerca de la puerta del colegio donde estudia su nieto. Cinco horas antes, por el chat de padres de familia, se había enterado de que un alumno de este establecimiento educativo había sido herido de bala por resistirse al robo de su celular.
El asalto al estudiante, de 16 años, de un plantel ubicado en las calles Argentina y Novena, en el suroeste de Guayaquil, ocurrió a las 06:35. El chico estaba a unos 40 metros de la puerta de ingreso cuando fue abordado por un sujeto que llegó en una motocicleta.
El delincuente se acercó al adolescente, lo amedrentó con el arma de fuego y le intentó arrebatar el teléfono. Ambos forcejearon y en ese momento el malhechor le propinó un ‘pepazo’ en la pierna izquierda.
Jacqueline, de 58 años, sostiene que por la seguridad y el bienestar de su nieto, no le importa dejar de hacer los quehaceres domésticos en su hogar, ubicado en la calle 4 de Noviembre y la 20 (suroeste). Se sube al bus y avanza al colegio a dejar y retirar a su consentido. “En la mañana se paran a asaltar a los chicos. Les revisan las mochilas. Este colegio tiene dos jornadas de estudio y en la tarde es peor. Los padres debemos estar alerta, como policías, por si acaso algún pillo quiera hacerles algo a nuestros hijos. La situación está terrible”, manifestó.
Martha, otra madre de familia, comparte su angustia por la inseguridad de la que son víctimas los estudiantes de este colegio del sur porteño, en el que ya varios de sus alumnos han sido víctimas del hampa.
“Pedimos más control y rondas de los policías. Vienen un ratito y se van. No es posible que esto ocurra afuera de un colegio y no hagan nada. Esta vez hay un estudiante herido de bala. ¿Y si hubiese muerto? ¿Dónde están las autoridades, por qué no envían más policías?”, cuestionó la progenitora, mientras parada afuera del plantel aguardaba que su niño salga de clases.
Hasta las 12:00 de ayer Roberto, padre de otro estudiante, desconocía lo ocurrido con uno de los compañeros de su muchacho. Al conocer del suceso, hizo un llamado a las autoridades del Ministerio de Educación para que soliciten más control policial, no solo aquí, sino en todos los establecimientos educativos de la ciudad. “Los vendedores de droga y los pillos están a la cacería de los estudiantes”, sostuvo. (AEB)