Un menor de 16 años y un niño de un año y medio fueron baleados en la tarde del lunes 29 de julio en el sur de la ciudad de Guayaquil. El hecho violento sucedió en el sector conocido como la Playita del Guasmo.

Según fuentes policiales, los menores fueron alcanzados por las balas al momento en el que extraños llegaron a victimar a una tercera persona que huyó apenas empezó el tiroteo. Es decir, ambos fueron víctimas colaterales.

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Tristemente, el adolescente falleció al llegar a un hospital del sur de Guayaquil, al que lo trasladaron para ser atendido; mientras que el infante, por otro lado, llegó a la misma casa de salud con un impacto de arma de fuego en su espalda del que, hasta el cierre de esta nota, se recupera sin complicaciones.

Una mujer que llegó para hacer atender a su madre declaró que ella vio llegar a la madre del niño junto con su hijo. “Ella gritaba que no lo dejaran morir a su hijo, que le salvaran la vida”, dijo.

Ella aseguró que apenas escuchó a la madre llorando por su bebé le pidió que no se preocupara y que no le permita al “enemigo” (hablando desde la espiritualidad) ganar. Luego, ella había hecho una oración por el menor.

“Oré por el niño luego de pedirle permiso a la mamá; ella estaba desesperada, hasta tiró su teléfono de la preocupación. Pusimos en las manos de Dios al niño y ahora (a las 16:40 del lunes 29) sabemos que ya está estable”, detalló la mujer.

Por otro lado, la mujer dijo que en el caso del adolescente asesinado la Policía Nacional ya se encontraba en el hospital levantando información para retirar el cuerpo y que Medicina Legal lo traslade hasta el Laboratorio de Ciencias Forenses.

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