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Guayaquil: comerciantes, en zozobra por alerta de paro nacional
Ante la alerta de la Conaie de movilizaciones, el recuerdo de 2022 se hace presente en los mercados y sus comerciantes. Algunos ciudadanos no están de acuerdo con las protestas.
Rolando Villafuerte está solo. Su única compañía son los melones que vende. Alrededor de él, en el Mercado de Transferencias, sus compañeros venden casi a cada segundo y hasta algunos de ellos se han puesto a ‘chupar’, sin importar que son casi las 11:00.
En aquellas calles de ciudadela enrejada la vida pasa como un huracán. Los actores cambian a cada instante y los vendedores poco saben de rostros. Se limitan a verlos. Lo importante es vender a cantidades, rápido, con el mismo discurso: “aprovechen que está barato”, dicen algunos de ellos.
No es casualidad aquella frase. Un secreto a voces es igual a un vaso con agua agrietado; supura, se filtra, termina en lugares alejados, llegando a partes que no se imaginaban.
Lo mismo está pasando con las jornadas de movilización preparadas para el próximo 8 de marzo. “Hay gente que se aprovecha del aviso del paro y lo difunde para vender más caro”, reconoce Diego Macías, vendedor de frutas.
Otros tantos lo murmuran entre sí, como si se tratara de algo que nadie más sabe. “Es por el temor”, dice Villafuerte.
Algunos recuerdan el paro del 2022 como un mal pasaje de la vida. “Lo único que cambió fue que los pobres nos hicimos más pobres, perdimos alimentos, nos endeudamos y todo se puso más caro”, expresa Macías.
El comerciante concuerda que la situación nacional está mal, que la inseguridad y pobreza son las faltas de política del Gobierno, pero no cree que el paro sea una solución.
Caso contrario el de Diego Parra y Agustín Soledispa, vendedores de limones. “Si el paro dura un mes, me puedo abastecer. Si dura dos meses, la situación cambia. El Gobierno no está haciendo nada por los pobres”, dice uno de ellos, mientras el otro solo asiente, mostrando estar de acuerdo.
En medio de ello, algunos de los compradores han adquirido algunos costales de verduras y legumbres ante la latente sensación.
En el mercado de Sauces 9
El panorama en el mercado de Sauces no es muy distinto. En la entrada, los artesanos solo piden que pase lo que pase haya un cambio positivo en la sociedad.
La preocupación también está dividida. No solo los comerciantes están preocupados, también los ciudadanos. “Si luego del paro se acabaran los ladrones y la pobreza, fuera un mejor Ecuador, lo admitiría, pero vivir nuevamente algo así nos va a hacer retroceder más”, comenta Luis Sánchez, quien está comprando pescado.
Entre tanto, Pedro Rodríguez, quien tiene un negocio de alimentos para mascotas, asegura que las personas han ido durante los pasados días a comprar en cantidades por si vuelve a presentarse una situación como la del año pasado.
“Hasta la gente que está de acuerdo con el paro viene a comprar provisiones porque les da miedo quedarse sin nada o comprar a altos precios. No sé si realmente están de acuerdo o apoyan por apoyar, pero esto no nos conviene a nadie”, aseguró Rodríguez.
Por ejemplo, Sánchez expresó que el año pasado, aunque inicialmente apoyó el paro, luego vio las dificultades que este ocasionó: la escasez, pobreza y delincuencia a la que se vieron sometidos, por lo que este año no quisiera volver a pasar por lo mismo.
“El año pasado pagué $ 7 por un kilo de cebollas. Es algo exagerado y afecta el bolsillo de todos, no solo el mío. Los comerciantes venden caro porque todo les llega caro. Es una cadena”, relata.
El rumor del paro sigue estando en el aire, intangible, pero haciendo el ambiente más denso. Los comerciantes intentan prepararse, pero no saben si sea lo suficiente.