En un espacio de un metro cuadrado, dentro una casa que funcionaba como clínica de rehabilitación, se ‘tapiñaba’ lo que se habría convertido en el cuarto del terror para 70 personas que buscaban rehabilitarse de sus adicciones a las drogas y el alcohol.

Tras un allanamiento en el que intervino personal de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), de la Policía y del Cuerpo de Bomberos, la tarde del martes 10 de mayo de 2022 se logró la aprehensión del director y de un empleado. Además se liberó a quienes estaban en este lugar para ser ‘curados’.

Guillermo del Pozo, director de la Acess, informó que la casa donde funcionaba la supuesta clínica de rehabilitación ocupa la mitad de una manzana de la ciudadela Urbanor, situada en el norte de Guayaquil.

“No nos permitían ingresar. Cuando entramos nos dijeron que varias personas se encontraban recibiendo terapias y otras estaban en actividades deportivas, pero cuando hicimos la inspección encontramos las irregularidades: una persona con abstinencia en un colchón, un menor de edad aislado, una chica de 19 años al cuidado de una mujer que decía ser su familiar. Al abrir una puerta evidenciamos que era un cuarto en el que hallamos tarrinas, almohadas, manchas de sangre, cucarachas, un plato de arroz y agua con sal”, afirmó el funcionario.

Sostuvo que los pacientes de este supuesto centro para adictos afirmaron a los psicólogos que los ingresaban a este cuarto para amenazarlos y para que no intenten fugarse.

“Otra persona dijo que la tenían atada de los pies y que los cables que estaban tirados en el piso, fueron los que utilizaron para atarla, estos tenían electricidad. Al lado había una cadena. Además apagaban las cámaras de seguridad y hacían que entre ellos se golpeen, supuestamente ese era el momento deportivo”, explicó el director de la Acess.

Afirmó que durante las pericias se pudo constatar que uno de los pacientes tenía una cadena atada a sus pies y que presentaba golpes en el rostro.

“Estas personas eran cuidadas por adictos supuestamente rehabilitados. Este lugar tiene una capacidad para 20 o 25 personas y había 70. Además no se puede mezclar a hombres, mujeres y niños, y ahí lo hacían”, añadió Del Pozo.

A ‘cana’ por secuestro

Jefferson Caicedo, fiscal del Guayas, reveló que a las dos personas detenidas durante el allanamiento en la clínica de rehabilitación se les dictó prisión preventiva por el delito de secuestro. “Solo una mujer presentó la denuncia, dijo que la tenían en ese lugar en contra de su voluntad”.

Uno de los aprehendidos es José Luis Sangurima Puesca, quien fungía como representante legal de la clínica. Él registra un proceso por receptación, cuatro por tenencia de armas y dos por droga. El otro sospechoso es Sócrates Stiward Angulo Panta, quien tiene dos procesos por tráfico de droga.