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Pedro Palacios, de 82 años, tiene que buscar el espacio sin agua para salir del ‘encierro’ y caminar hasta su vivienda.CARLOS KLINGER

Guayaquil: En la ciudadela La FAE hasta el agua los acorrala

Al norte de Guayaquil no soportan una lluvia más. En esta ciudadela, los vecinos temen porque el agua que ha quedado alrededor del parque se convierta en un foco de infección. Los adultos mayores pueden resbalarse.

Pedro Palacios, morador de la ciudadela La FAE, de 82 años, aún guarda las fotos que retratan cómo quedó el parque central de su barrio en 2004, año en el que entregaron la obra. Las tiene tan bien cuidadas que las guarda en un álbum, que es pequeño, pero completito, así como se hacía hace más de una década, cuando el ‘boom’ era revelar las instantáneas.

“Así de bonito estaba (el parque) en ese momento. Ahora, hasta agua que no nos deja caminar tranquilos tenemos”, se queja Pedro, quien da un paseo por salud todos los días desde su hogar, a un par de cuadras, hasta el parque.

Le preocupa que el agua estancada le cause algún accidente y sus huesitos sufran las consecuencias. “Toca andar despacito y con cuidado”, recalca.

Los que entran al parque parece que llegaran a un castillo medieval con un pequeño riachuelo a su alrededor que impide el paso de cualquier extraño. Así se siente Melba Fernández, cuya morada es frente al espacio público.

“Podría convertirse en peligro para nosotros los vecinos”, continúa. Melba tiene una razón específica que la lleva a decir eso: el dengue. Considera que el agua estancada, y que afirma no ha sido retirada por la empresa encargada, se convertiría en criadero de larvas de mosquitos.

Johnny Villalta, otro residente y dueño de un local en la esquina paralela al sitio afectado, siente un poco de temor al saber que su hija de 7 años también usa el parque. “Como estamos cerca, ella sí va y las ronchitas dan un poco de miedo por la época invernal”, dice.

Por su parte, Oswaldo Carrillo, profesor de básquet de 50 años, se preocupa más en la limpieza de todos los días de la cancha anexa al parque. Él, junto con el ‘profe’ Daniel, quien lo acompaña a dar clases de martes a viernes, llegan apurados a barrer el agua que se queda estancada por las lluvias.

“Fuera bueno que se nivele la cancha. Aquí tenemos 60 estudiantes y anhelamos que todos se sientan bien”, menciona el profesor.

Los ‘profes’ de básquet tienen que barrer el agua estancada antes de cada clase.CARLOS KLINGER
"Es solo en esta zona de la ciudadela que sucede. Llegué al sector en el 2006 y siempre ha sido igual”.Johnny Villalta, morador
  • El duro de la cuadra

Piero Rivas, el presi 'flaquito' 

Piero Rivas, el presidente del consejo barrial de la ciudadela La FAE, saluda a los moradores mientras camina por sus ‘dominios’. Por allá, a un adulto mayor; más acá, a un ‘pana’ de su edad; y un poquito al frente, a una de sus vecinas que vende helado y que le dice de cariño ‘flaquito’, por su contextura. A él lo “consideran mucho” porque creció en el sector y porque, por su gestión, consideran que el barrio ha evolucionado para bien. EXTRA le consultó qué más le falta a la comunidad que él representa.

¿Qué necesidades deberían atenderse urgentemente?

Al momento queremos que se termine la gestión del desfogue de los charcos alrededor del parque. Además, recordemos que la ciudadela es de las primeras de Guayaquil y hay muchos adultos mayores, por lo que necesitamos un semáforo para que ellos puedan cruzar con tranquilidad de nuestra ciudadela hacia La Atarazana. Otra cosa es que queremos presencia policial en la UPC que fue levantada por nuestra gestión.

¿Esperan que la nueva administración atienda sus requerimientos?

Nosotros nos mantenemos como apolíticos, por lo que esperamos que, así como fuimos con la administración saliente, nos podamos llevar bien con el nuevo cuerpo del Municipio porque el bienestar es para la comunidad. Todo se hace por amor al barrio.