En sus 40 años de carrera atendió los partos a cientos de niños suyos. Como ginecólogo, fue muy apreciado en su trabajo y fue el médico de cabecera dea muchas mujeres embarazadas. Sin embargo, pocas habrían pensado que en muchos casos esos niños eran suyos. Esta es la historia de Philip Peven.

Décadas después están surgiendo decenas, si no cientos, de niños en todo Estados Unidos. El doctor Philip Peven utilizó su propio semen para la inseminación de muchas de sus pacientes. Ellas estaban convencidas de que el médico empleó el de donantes anónimos.

La historia proviene de Michigan y fue descubierta después de que un grupo de hermanos se hiciera la prueba de ADN y descubriera que este coincide con la del médico. Entre ellos también se encuentra Jaime Hall con quien fue contactado por el médico quien admitió ser su padre. 

El descubrimiento tuvo lugar en diciembre de 2019 y en un año desencadenó una verdadera reacción en cadena. Hall dirige el Laser Pain Relief Center of America y le contó su historia al diario 'The Sun'.

Hall conocía los detalles proporcionados por su padre, quien explicó que eldoctor Peven podría ser el padre de cientos de niños. En muchos casos sin que ni siquiera los pacientes lo sepan. Hall descubrió que la madre de ella y las de todos sus hermanos tenían a  Pever como su ginecólogo, él había hecho un seguimiento a los embarazos.

“Todos nacimos en el mismo hospital, todos nuestros certificados de nacimiento muestran al doctor Peven como nuestro ginecólogo, no como nuestro padre”, explicó. El caso de su familia siempre había permanecido oculto. Sus padres están actualmente muertos, pero todos sabían que el donante de todos sus nacimientos había sido un amigo de la familia. 

Sus padres no tenían idea de que Peven usaba su esperma para la inseminación. Y ha estado haciendo esto desde la década de 1950, cuando la pareja de padres de Jaime recurrió al ginecólogo porque no podían tener hijos. Jaime es el segundo hijo y nació en 1959.

Antes que ella, su madre dio a luz a su hermana Lynn. Hall descubrió que un nieto de Peven también comparte parte del ADN con ella. "Esa fue la última prueba innegable. Comparto más ADN con el sobrino del doctor Peven que con la hija de mi hermana Lynn ", dijo la mujer.

Investigaciones posteriores la llevaron a demostrar que el médico había usado su esperma hasta que lo conoció personalmente. Así lo confirmó el médico que admitió haberlo hecho también con otros pacientes.

En la operación era fundamental utilizar "esperma fresco" para el éxito de la inseminación, se justificó Peven. "Fui pionero, sabes, fui el primero en hacer algo similar", le confesó a la mujer. Luego agregó que él no fue el único médico del hospital que donó el semen. Su confesión abrió un caso en todo el estado Aún se desconoce con exactitud cuántos hijos de sus pacientes podrían ser suyos. Hoy, Peven tiene 104 años.