La ampliación de versión de Germán Cáceres, en el caso del femicidio de su esposa María Belén Bernal, generó temores en la defensa de la familia de la víctima y provocó un debate entre los juristas.

La tarde del jueves 12 de enero, desde el interior de la cárcel La Roca, en Guayaquil, el exteniente de policía reconoció que estranguló a Bernal, la madrugada del 11 de septiembre del 2022. Según él, lo hizo solo, borracho y tras una álgida discusión. El hecho se registró en la Escuela de Policía, en el norte de la capital.

Ante esta declaración, Jesús López, defensor de la familia de la víctima, dijo —preocupado— que el procesado estaría omitiendo algunas verdades. Esas supuestas inconsistencias las revelará luego de que culmine la instrucción fiscal, este domingo 15 de enero.

Posibles escenarios

López no se ‘comió el cuento’ que relató Cáceres y aseguró que estaría mintiendo en la cronología de los hechos y en lo que habría enterrado el cadáver sin ayuda. “No habló de cómplices ni encubridores”.

La abogada Johanna Orbe, experta en violencia de género, señaló que pese a que el procesado se autoincriminó, la Fiscalía debe seguir investigando y recabando pruebas hasta que finalice la instrucción fiscal para determinar su culpabilidad. “Si la Fiscalía aprueba su teoría, habrá una condena por el delito de femicidio con todos los agravantes. 34 años”.

Con respecto al supuesto encubrimiento, Orbe señaló que es complicado que le demuestren que alguien lo ayudó a esconder el cadáver. “Si existiera alguien y él no lo dice, probablemente es porque teme por su vida”.

Sin embargo, pese a que hubiese algún cómplice o encubridor, eso no cambiaría el destino de Cáceres.

La jurista Valeria Mena, explicó que en caso de existir cómplices o encubridores, la mejor vía que puede utilizar Fiscalía sería en el delito de fraude procesal que se sigue a la par. Añadió que si no hay más personas involucradas en el de femicidio sería inoficioso vincularlas porque el procesado indicó que actuó solo.

DEBATE

La instrucción fiscal por el caso de femicidio de Bernal duró 120 días y tuvo avances significativos cuando capturaron a Cáceres en Palomino, una zona costera de Colombia, el 30 de diciembre de 2022.

Desde entonces y, más aún, luego de la versión ampliada, ha existido un debate sobre cuál sería el tipo penal por el que se lo debió procesar al exteniente de policía.

Mena indicó que la Fiscalía debió haber tipificado el delito como asesinato porque Cáceres confesó que la mató. Según la jurista no puede ser femicidio porque para que se configure como tal el procesado debió dar muerte a Bernal por el hecho de ser mujer y en su versión, él no indica que la mató por dicha razón.

Orbe difiere de Mena y considera que hay elementos suficientes para considerar a Cáceres como un femicida.

Él confesó que el día de la tragedia, Bernal le habría reclamado al encontrarlo alcoholizado, mientras estaba de guardia en la Escuela de Policía, y esto supuestamente terminó en una discusión y en el estrangulamiento de la víctima.

Orbe afirmó que con esto se demuestra que hubo una relación de poder y, más aún, si se determina que el exteniente le habría sido infiel. “Había un círculo de violencia que ella vivía, soportaba y perdonaba. Esta vez, Cáceres no pudo zafarse y se le ‘fue la mano’”.

Dicho poder también se evidenció en el momento de la agresión porque, según Orbe, Cáceres tenía preparación para someter personas y frente a eso, Bernal era vulnerable.