Exclusivo
Judicial

El llanto de los familiares de los reos fallecidos es parte de las escenas que se ven fuera de las cárceles.Freddy Rodríguez/EXTRA

¿Y si fuera tu familiar?

Es importante que te hagas esta pregunta antes de opinar en redes sociales sobre la jornada sangrienta dentro de los centros penitenciarios. Psicólogas, sociólogo y clérigo hablan de la postura ciudadana

La masacre perpetrada el pasado martes en las cárceles de Latacunga, Cuenca y Guayaquil, que dejó un saldo de 81 reos fallecidos en forma violenta (más uno que murió cuando cayó de una pared al intentar fugar), ha generado diversas opiniones ciudadanas, unas recordando los derechos de las personas privadas de libertad y otras negándoles ese privilegio.

“El simple hecho de pensar que por estar presos ‘merecen’ morir, nos desnuda como una sociedad miserable”. “Aplausos para todos esos engendros amantes de los derechos humanos que defienden a los delincuentes. Ellos indirectamente hicieron que la Policía Nacional y militares no puedan actuar con fuerza mientras ocurren masacres en los amotinamientos en las cárceles de Ecuador”, son algunos de los mensajes que circulan en las redes sociales.

La reacción de los familiares de los reos ha sido diversa, desde lágrimas hasta desvanecimientos.Christian Vásconez/EXTRA

La divergencia de criterios, para el sociólogo y catedrático Juan Salazar, se debe a un desconocimiento sobre la normativa, lo que establece la Declaración de los Derechos Humanos. “Un PPL no puede ser ‘juzgado’ y sometido por otro a la pena de muerte. No funciona así el sistema, hay reglamentación clara sobre este tema”, manifiesta.

El docente indica que por cada 10 comentarios que juzgan con sus palabras, hay uno que no. Para él, la sociedad necesita volverse empática con lo que pasa alrededor. Evitar que desde los hogares se fomente la cultura de la corrupción, que viene de las casas.

“Tratar de hacer parecer lo malo como bueno, hace que los niños se críen con esa concepción y muchos opten por incrementar este nivel de falacia en su accionar”, sostiene.

El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, comunicó que dentro de los PPL fallecidos estaban sentenciados y procesados.

“Muchos dicen: ‘Eso no me pasaría porque en mi familia nos han criado bien’, pero nunca se sabe si de pronto uno de los tuyos o tú puedes estar sometido a una injusticia del sistema. Aparte de que ese reo tiene y es parte de una familia, aunque hay que reconocer que si nos pasa a nosotros, la cosa cambia”, expresa.

"Solo Dios da y quita la vida. Nadie puede juzgar a los otros. El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra"Yolanda Tene, ciudadana

'Pilas' con tu casa y emociones 

La psicóloga clínica Paola Merchán hizo su tema de tesis en el centro carcelario de Turi (Cuenca). Trabajó con homicidas y reveló que ellos “lloraban como bebés” al conversar sobre sus vidas y llegó a la conclusión de que la clave es la educación. Ella no justifica la matanza en prisión. Aconseja abrazar a los hijos, decirles que los aman, enseñar y fomentar valores, inculcar el amor al prójimo y no olvidar impulsar su parte espiritual.

Su colega Miriam Florencia, quien es orientadora familiar, menciona que tomar la justicia por mano propia evidencia que se actúa por instintos y esta característica es propia de los animales. “Ellos frente a una amenaza actúan instintivamente, mas el hombre tiene la capacidad de razonar las consecuencias de sus actos. Algunos también poseen una mente psicopática y no ven al prójimo como persona”, puntualiza.

Florencia dice que apoyar que se haya asesinado a estas personas muestra que la sociedad “ha vuelto a la época de los circos romanos, cuando matar gente era una distracción”.

"Una cosa es lo que uno escribe en redes y otra ver lo que sucede allá. Yo paso por la cárcel y da pena”.Moisés Fajardo, ciudadano

“El corazón es la clave, de él salen las acciones”

“Decir que no podemos hacer nada, que mejor es eliminarlos, es llegar al extremo de la impotencia”, manifiesta monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal, quien aclara la postura de la Iglesia católica: oposición a la pena de muerte (ningún ser humano tiene derecho de decidir por la vida del otro), a las torturas y medios represivos.

“Hay que crear las condiciones para que la persona que ha cometido el peor crimen del mundo tenga la oportunidad de tomar conciencia de que hizo daño”, dice.

Asimismo hace énfasis en el artículo 201 de la Constitución, que habla de la rehabilitación integral: psicológica, ética, laboral, espiritual.

“Antes se decía ‘no matarás’, pero Jesús va a la raíz y manda a no guardar enojo o rabia, a pedir perdón y perdonar. Expresiones como ‘basura’, ‘escoria’, tantos calificativos solo los hunden más”, finaliza el clérigo. 

"Al escribir con odio sobre el tema estoy alimentando la cultura de la violencia. Nos hacemos daño a nosotros mismos”.Pedro Álvarez, ciudadano
Los clamores y ruegos también se han hecho presentes.Christian Vásconez/EXTRA
"Ellos tenían derecho a la vida. Asimismo hay que pensar en sus familiares que leen lo que escribimos”.Jade Quiñónez, ciudadana