Patricia Barragán está viva de milagro. Ella es una de las nueve personas heridas que dejó el ataque al candidato asesinado Fernando Villavicencio, el 9 de agosto pasado.

Y luego de salir del hospital, cuenta a EXTRA los minutos de pánico que vivió en este hecho que la marcó física y emocionalmente. “El día del mitin no tenía planeado ir al colegio donde estaba Fernando, pero su hermana me pidió que fuera a apoyarlo”, relata en su convalecencia.

Cuando llegó al plantel educativo, Barragán acompañó a Villavicencio y a la comitiva en la tarima durante la campaña. Una vez que terminó, ella y los demás salieron hasta la camioneta en la que fue subido el candidato.

“En ese momento empezaron los disparos. Como yo estaba cerca de Fernando, me llegó un balazo en el pecho y otro me rozó la mano derecha”, precisa la afectada.

Pero hubo un tercer tiro que le rompió un saco que llevaba puesto. Barragán cayó al piso, pero herida se arrastró por entre las personas para salvaguardarse.

El miedo

La mujer entró al coliseo en medio de ese tiroteo, que para ella sonaba como juegos pirotécnicos, y se desplomó. “Quienes me atendieron pensaron que la bala entró a mi corazón, pero salió por un costado de mi pecho”, cuenta mientras señala la parte afectada con su mano izquierda.

La llevaron de inmediato hasta una clínica y le sacaron unas esquirlas. En ese instante le hicieron una microcirugía y estuvo internada hasta el 13 de agosto. “En unos días me quitan los puntos. Dando gracias a Dios no he recibido amenazas, pero sí tengo miedo de que quieran atentar contra mi vida, porque estamos en un país tan inseguro”, concluye la afectada que sobrevivió al ataque.

Irán hasta instancias internacionales

Los parientes de Fernando Villavicencio acordaron poner una denuncia en la Fiscalía por su crimen. Las autoridades a las que se menciona por el delito de asesinato son el presidente Guillermo Lasso; Juan Zapata, ministro del Interior; Manuel Samaniego, director general de Inteligencia, y Fausto Salinas, comandante general de la Policía.

La querella se formalizó en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, centro-norte de Quito, la mañana de ayer.

La presentación estuvo a cargo de Marco Yaulema, abogado de la familia de la víctima, quien aseguró que si no encuentran justicia por este hecho, irán incluso a instancias internacionales.

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