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Familiares de las víctimas del naufragio en las costas de México piden repatriar los cadáveres
Todavía se desconoce la situación de siete personas que naufragaron por las costas de México. Entidades de ese país no dicen ni ‘pío’ y autoridades ecuatorianas investigan el hecho.
La incertidumbre y el dolor incrementan con el pasar del tiempo para los parientes de las víctimas que naufragaron en una lancha en el Océano Pacífico, mientras intentaban cumplir el sueño americano.
El hecho se registró la madrugada del 18 de noviembre. La embarcación llevaba irregularmente a 30 personas (21 ecuatorianos y 9 cubanos), según la organización 1800Migrante.com. Esta se hundió en el límite estatal entre Chiapas y Oaxaca, en México. Todavía se desconoce el paradero de siete ecuatorianos, entre ellos cuatro niños y un adolescente.
Ericka Yantaguano espera información de su hermana Soledad y de sus dos sobrinos, quienes fueron juntos en esta travesía migratoria. No tiene esperanza de que regresen con vida, pero por lo menos dice que quiere sus cuerpos para “darles el último adiós”.
Soledad es madre soltera y tiene 27 años. Se dedicaba a lavar ropa y vender caramelos en la calle para mantener a su familia. “Ganaba lo mínimo para darles de comer en el día a sus hijos”, menciona Ericka. La madre y los pequeños salieron el 28 de octubre del país. Lo último que supieron de ellos fue un día antes de la tragedia. “Soledad nos dijo que iban a salir en una lancha a San Pedro (Oaxaca) y no supimos más”.
La organización 1800Migrante.com informó que hasta la noche del domingo ni la Fiscalía de Chiapas ni la de Oaxaca se pronunciaron sobre esta tragedia. Esto a pesar de qué, según la entidad, funcionarios de estas dependencias habían conversado con varios sobrevivientes en un albergue.
Por un mejor futuro
Las personas que todavía permanecen desaparecidas vivían en los barrios de Santa María y Atucucho, en el noroccidente de Quito, y pertenecen a una misma familia.
Ángel Lumbi, uno de sus miembros, explica que ya vivieron un primer éxodo dentro del Ecuador hace dos años, durante la pandemia del coronavirus. Ellos migraron desde sectores rurales como Guanujo, Guaranda (Bolívar) hacia Quito para buscar un mejor futuro, pero no lo consiguieron.
Por eso, Carlos Lumbi y su hijo Jonathan decidieron viajar a Estados Unidos. Christian, pariente de ambos, cuenta que migraron porque no les alcanzaba para pagar el arriendo y querían comprar una casa. Carlos sobrevivió a la tragedia, pero todavía no se conoce de Jonathan.
El progenitor le contó a Christian que la nave se hundió tras dos oleadas. La primera ocurrió cuando se quedaron sin combustible. El adolescente pudo permanecer en la lancha, pero su papá y la mayoría de migrantes cayeron al océano.
El hombre logró subir de nuevo, pero vino otra ola que partió a la embarcación. Todos intentaron agarrarse de algún objeto para flotar. “Mi hermano no sabía nadar y mi papá dijo que se hundió”, relata Christian.
Investigación
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana informó mediante un comunicado que están solicitando información a los familiares de los náufragos para conocer “sobre las estructuras criminales que trasladaron a sus seres queridos. Ellos han advertido estar amenazados si brindan información.”
Sin embargo, los parientes de los náufragos dicen que no ha habido dicho contacto y recalcan que sus parientes no se fueron con coyoteros, sino por su propia cuenta. Édgar Lumbi indica que ha habido familiares que han cumplido con la meta de llegar a la ‘Yoni’ y que ellos les habrían indicado cómo es la travesía.
Por el momento esperan que alguien los asesore para hacer los trámites de repatriación de los cadáveres. “También queremos que a los sobrevivientes los dejen cruzar a Estados Unidos”.