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Familiares de accidentada en Quevedo sospechan del marido
Dudan de que el cadáver esté en el río. Presumen que la mató en otro sitio y ellos presentaron una denuncia. El viudo rechaza las acusaciones
Dudas y más dudas. Eso es lo que hay en los familiares de Isabel Barzola, cuyo cuerpo aún no aparece en el río Quevedo, donde supuestamente cayó cuando viajaba junto con su conviviente Jimmy Calderón y sus dos hijas, hacia Esmeraldas.
Él fue rescatado cuando, al parecer, la corriente lo arrastraba. Los cadáveres de las dos niñas, de tres y un año, fueron sacados al otro día del accidente, ocurrido la madrugada del miércoles 17 de marzo, en el anillo vial de Quevedo, provincia de Los Ríos.
Incluso ya fue rescatado el carro en el que se presumía que podía estar atrapada la mujer, pero no hay indicios de su paradero.
Galo Jiménez, tío de Isabel, no entiende por qué no aparece el cuerpo de su sobrina. Ahora asegura tener evidencias de que su familiar fue llevada a la fuerza. Esto, debido a unos mensajes que supuestamente tienen en sus teléfonos.
La pareja se había separado por dos meses, pero hace apenas unos días habían retomado la relación, según contaron sus familiares.
“Mi hija vivió unos cinco años con él, pero no le daba buena vida porque la maltrataba mucho. Y como ella era callada, nunca nos decía sus problemas... ese hombre era malo”, aseguró Bárbara Jiménez, madre de la desaparecida.
Por todas las sospechas que tienen, la familia presentó una denuncia en la Fiscalía, pues creen que si el cuerpo no aparece en el río es porque presuntamente la mató en otro lado.
Comprobar acusaciones
Frente a las declaraciones de los parientes de Isabel, su conviviente Jimmy Calderón declaró que los deudos de su mujer deberán comprobar las acusaciones en su contra. “Mi suegro me dijo que no me veía preocupado en la búsqueda de su hija, pero ellos no entienden que primero estuve en el velorio y sepultura de mis niñas”, explicó el viudo.
Calderón reconoció que la separación de ambos fue hace un mes, debido a una presunta discusión que mantuvo su esposa con su progenitora (suegra de Isabel). Pero al momento del accidente ya tenían cerca de un mes de haberse reconciliado. “Jamás hubo golpes de por medio, pero la esperé hasta que ella decidiera volver si así lo quería. Hablamos del tema y me pidió que la recogiera donde estaba con las niñas. Luego de eso nos regresamos a Vinces, donde estábamos viviendo hasta que emprendimos el viaje a Esmeraldas”, relató.
Según Jimmy, la postura de la familia de su esposa es entendible por el dolor que están pasando.
La mañana del viernes 19 de marzo, el viudo, de 34 años, se movilizó al cantón Mocache para pedir ayuda y abrir otro frente de búsqueda en el afluente. No descartó unirse a las tareas de rastreo que realizan los deudos de su conviviente, pero por ahora lo hará por cuenta propia. (DV/TOF)