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En el inmueble conviven personas de todas las edades. Decidieron autoaislarse.Cortesía

¡Toda la familia en angustia!

Uno de ellos falleció el miércoles. Ruegan por atención médica. Se autoaislaron en el norte de la capital.

Están autoaislados en su casa. Una familia de 17 personas ruega por atención médica y la realización de pruebas de COVID-19, pues todos tienen síntomas.

Nancy contó a EXTRA que la odisea empezó hace dos semanas, cuando su esposo aceptó un trabajo de albañilería. “No habíamos tenido ingresos, así que aceptó. Era algo”, relató.

Sin embargo, en esos días, Ángel, de 45 años, empezó a sentirse mal y lo atribuyeron a una enfermedad preexistente para la que estaba tomando medicamentos. “Pensamos que le había cogido fuerte”, explica.

Pero pronto aparecieron más síntomas como la falta de olfato y el dolor muscular casi insoportable. Llamaron varias veces a la línea 171 y solo les dijeron que se mantengan en casa, que tome líquidos, según Nancy.

Esperas interminables que llevaron a la familia a gestionar una prueba rápida en un laboratorio particular. Unos días después les informaron que el resultado era positivo. Para eso a Ángel le faltaba el oxígeno y lo llevaron a un hospital del norte de Quito.

“En el 911 tampoco nos ayudaron, así que tuvimos que llevarlo en un taxi”, contó Nancy con la voz entrecortada.

No puede hablar mucho ni puede sostener una conversación porque se ahoga.

En el hospital internaron a su esposo y a ella le dijeron que “volaba en fiebre”. Su hijo de 21 años tuvo vómito y diarrea. Les recetaron 10 pastillas de paracetamol que, a decir de Nancy, les duraron dos días.

“No tenemos dinero para comprar medicamentos, tampoco nos hicieron una prueba”, agregó la mujer.

En su vivienda ubicada en El Condado, norte de la capital, conviven tíos, primos, cuñados, sobrinos que comparten el acceso principal y ahora todos presentan tos o fatiga, por lo que piden que se les tomen pruebas para corroborar el contagio. “Nos hemos cuidado como han pedido las autoridades, aún así mi esposo se contagió”, aseguró Nancy.

Primera víctima

Ángel se encuentra estable, aunque tampoco han podido verlo. Sin embargo, la madre de Nancy fue la primera víctima del virus en la familia. Falleció el miércoles.

Aparentemente la adulta mayor, de 87 años, se contagió cuando Nancy tuvo que cuidarla por una infección de las vías urinarias. En esos días ella tenía tos.

Fue su hermana que le contó que “unos hombres bien tapados le tomaron muestras”. Luego de un par de días dio positivo a COVID-19.

“Me dicen que debo estar tranquila, pero no puedo, es mi madre”, comentó.