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Funcionarios de instituciones evacuaron.RENÉ FRAGA

La falla de Quito provocó el sismo; hubo reporte de daños estructurales en la capital

La directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional explicó la diferencia de este evento telúrico con lo ocurrido en 2016. 

El sacudón que hubo ayer en Quito dejó a muchos con los nervios alterados. Y no es para menos. El sismo de 4,5 grados en la escala de Richter que se registró en la mañana (a las 11:03) hizo ‘correr’ incluso al presidente Guillermo Lasso desde su despacho hacia el patio de Carondelet. Además, produjo algunos daños estructurales en la ciudad.

Silvana Hidalgo, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, señaló que el epicentro fue ubicado a cinco kilómetros al noreste del centro de Tumbaco (al nororiente de la urbe), a 12 km de profundidad. Y que el sismo respondía al movimiento de la falla de Quito.

Según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos, fue sentido en 13 cantones de Pichincha, Napo y Cotopaxi. Y los teléfonos del ECU-911 de la capital empezaron a sonar:

* En las calles Hermanos Pazmiño y 6 de Diciembre, un ciudadano informó que se cayó la pared de una casa y había otra vivienda que estaba a punto de colapsar en el sector.

* Desde las avenidas Ambato y Bahía de Caráquez también se reportó un domicilio que estaba afectado.

* En el Túnel Guayasamín se informó de una caída de material, que por fortuna no interfirió con la circulación por la ruta (en una foto se veía una piedra en medio de la vía).

* En el sector de Guápulo hubo deslizamientos de tierra que complicaron el tránsito.

En total, según Daniela Valarezo, secretaria de Seguridad y Gobernabilidad del Distrito Metropolitano, hubo 26 eventos de afectación, entre ellos daños estructurales en una institución pública.

Los daños en un hospital quiteño.Cortesía

Mientras que en la zona financiera y comercial de la ciudad, en el norte y centro-norte, hubo evacuación inmediata de los edificios. Los funcionarios, como de la Fiscalía y ciertos ministerios, se desplazaron hasta las veredas, calles y diferentes zonas seguras.

Y hasta en el Palacio presidencial hubo ‘retirada’. Treinta minutos después, el miedo de las réplicas cobraba fuerza. Quizás muchos recordaban el terremoto de 2016 en la Costa. Nadie quería volver.

Hidalgo, del Instituto Geofísico, explicó a EXTRA que la falla tectónica de Quito, que va de norte a sur, está dividida en al menos tres segmentos grandes. “Cuando hay una acumulación suficiente de esfuerzo, se genera un movimiento que es justamente el sismo”.

La falla es una característica geológica de la ciudad y está presente desde hace varios cientos de miles de años. No es un fenómeno nuevo. Y un hecho como el de ayer ocurrió en agosto de 2014, con deslizamientos de tierra en la vía Guayllabamba-Quito.

-¿Diferencias con el terremoto de la Costa de 2016?

-Esta es una falla (de la corteza) y los sismos que se producen van a ser típicamente más superficiales que aquellos de la Costa. Los sismos de dicha región son producidos por el fenómeno de subducción (deslizamiento del borde de una placa de la corteza terrestre por debajo del borde de otra).

-¿Podríamos tener un evento telúrico como el que hubo en 2016?

-En realidad la geometría de la falla de Quito no lo permite, no sería capaz de generar sismos mayores a 6,5 (grados), pero estamos hablando de la magnitud. Aunque por otro lado, los sismos son más superficiales, entonces la intensidad puede ser muy importante.

CONSTRUCCIONES

La experta, además, topó un tema trascendental: el problema de las construcciones. Estas deben hacerse de tal manera que resistan las características de movimiento sísmico. “Es una combinación tanto del fenómeno natural como de los factores humanos, es decir cuánta vulnerabilidad tenemos nosotros”, añadió.

Hasta las 12:30 de ayer se habían registrado dos pequeñas réplicas (de 1,4º y 1º), que ya no fueron sentidas por la población. “Este tipo de eventos genera pocas réplicas de magnitudes menores”, concluyó. 

Se cayó parte del techo de un inmueble

Patricia Guinda y sus dos hijos casi terminan aplastados por piedras de más de 30 centímetros, luego del temblor.

La mujer es cocinera de un salón ubicado en la avenida Juan León Mera, en el centro-norte de la capital.

Cuando se registró el sismo, ella y sus pequeños salieron corriendo a la calle y en ese momento cayeron los escombros. “Tuvimos que esquivarlos para no salir lastimados”.

Una construcción de la avenida Juan León Mera.RENÉ FRAGA