Al expolicía Randy Cabezas no solo lo dieron de baja de la institución, sino también de este mundo. Fue asesinado el lunes en el centro de la capital de Esmeraldas.

El hecho fue reportado alrededor de las 19:00. “Se trató de un crimen selectivo”, describió Eric Rivadeneira, mayor de policía de la ciudad.

Contó que dos personas rondaban en una motocicleta. El individuo que iba como copiloto se bajó e ingresó a un domicilio, situado en las calles Eloy Alfaro y Calderón. “Preguntó por la víctima y cuando lo identificó le disparó”, precisó.

Cabezas cayó en la sala del inmueble. Quedó ensangrentado y, según el mayor Rivadeneira, aparentemente recibió tres impactos de bala.

Agarrados con la droga

La gente se reunió afuera de la casa en donde ocurrió el asesinato. Dinased y Criminalística recogían indicios.

Rivadeneira explicó que no sabía el motivo para que Cabezas fuera retirado de la Policía.

Tenía el rango de sargento y, según la Judicatura, estaba implicado en tenencia de sustancias estupefacientes. El exuniformado fue detenido el 22 septiembre de 2020 junto a otros tres sujetos -entre ellos un policía activo y un cabo dado de baja- por la tenencia de 47 paquetes de cocaína.

El operativo para dar con los cuatro implicados en la venta de drogas se ejecutó en un conjunto habitacional de Cochapamba, occidente de Quito.

La audiencia se hizo en contra de los cuatro implicados y la defensa aprovechó un supuesto error en el procedimiento. Se explicó que la orden de allanamiento para ingresar al conjunto especificaba que los policías debían ir al departamento 362.

Sin embargo, Cabezas y los demás fueron aprehendidos en el 302. El juez que presidió la audiencia decidió que la causa debía entrar a investigación previa. Ordenó que el caso se archivara, dejando en libertad a los cuatro procesados.

Ahora se realizará una indagación para saber si esta detención tendría algo que ver con el crimen del exsargento.