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Exreos y guardias de la Penitenciaría de Litoral afirman que hay espíritus en el sitio
Hablan de manifestaciones espirituales, las ‘almas’ de PPL fallecidos. Pastores evangélicos dicen que son demonios que gobiernan el lugar
Cuatro masacres carcelarias se han suscitado a lo largo de este año en el país. El Centro de Rehabilitación Social de Varones Nº 1, más conocido como la Penitenciaría del Litoral, ha sido el principal escenario de estos hechos sangrientos.
“Se suele pensar que una persona al morir se desliga de su alma y esta pena porque dejó algo pendiente en la Tierra; porque siente alguna culpa, porque tiene apegos con alguien o porque falleció violentamente y deambula en los ambientes donde pereció o habitó. Pero estas son invenciones humanas”, manifiesta Isabel Vera, miembro de la iglesia Alianza Misionera.
El pastor Rafael Caicedo coincide y afirma que esa creencia no tiene sustento bíblico.
“Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así lo dice Hebreos 9:27. Al fallecer pasamos a un estado de conciencia, esperando por un juicio divino, no estamos penando en la tierra de los vivientes”, indica el líder evangélico.
Rafael Caicedo, pastor
Su ‘pana’, ‘almita’
Sin embargo, en el recinto penitenciario de Guayaquil, algunos reclusos y guías aseguran que pasan ciertas manifestaciones sobrenaturales en sus instalaciones y las adjudican a las ‘almas’ de los PPL.
José Carrasco entró a la ‘Peni’ en 1997. Sus delitos fueron asalto y asesinato. Su condena, 16 años. Fue caporal y compró una celda, la 85, en el pabellón Renacimiento, la vieja ‘Peni’.
“Allí se movían las cosas, tenía una hamaca y me botaban de ella. Un día estaba aseando mi celda, me dan un empujón, me voy de cabeza, estaba solo. Le cuento a un amigo y me dice: “Es una ‘almita’, putéala y se va”.
Esa noche vuelve a manifestarse. “La puteé y le dije: “Hablemos, quieres que te ponga velas, te velo, pero tienes que cuidarme porque aquí quieren matarme. Dime sí o no (se movieron objetos), te creo”. Y finalizó la ‘charla’.
Carrasco recuerda que el día que no lo velaba, porque llegaba borracho o ‘voladote’, su ‘cuidador’ no lo dejaba ‘ruquear’ y amanecía con moretones.
“Una vez en una requisa un policía me dio durísimo; le reclamo al ‘almita’: ¡Verás, no me cuidaste! Bajando el agente por las escaleras se cae y se rompe la cabeza, nadie lo empujó, fue ‘almita’. Así fue”, enfatiza.
La niña del pabellón 5
Javier López salió hace tres años de ‘cana’. Él estaba en el pabellón 5 y también tuvo su experiencia.
Cuenta que varios ‘panas’ le hablaban de una niña que corría por los pasillos. “Para ese tiempo tenía conocimiento de la Palabra de Dios y sabía que eso era un demonio”. Les explicaba que el que muere no puede volver al mundo terrenal, “pero allá se manejan con supersticiones, también juegan a la ouija, leen cartas, hacen pactos satánicos, etc.”.
Por el calor de la urbe, él solía acostarse en el piso, al lado de la reja, para refrescarse.
“Era medianoche. Las luces apagadas y la ‘pipol’ ‘ruca’. Oigo a alguien correr, me asomo, nadie. De nuevo el mismo sonido y vuelvo a ver... nadie. Un amigo dijo: “Es la niña”. Me puse a orar y sentí clarito que la entidad se paró a mi lado, pero no tuve miedo”.
Algunos guías han visto sombras, escuchado gritos y pasos. Aseveran que es más en las noches y madrugadas. Aunque dicen que esto ha pasado siempre en la ‘Peni’, que no es de ahora.
Uno cuenta que estaba sentado afuera del pabellón 8, se le cerraban los ojos, pero siente que alguien camina y oye gritos, se quiso levantar, pero algo pesado (encima de él) se lo impedía.
¡Pilas... es el ‘chamuco’!
“La manifestación espiritual de la ‘Peni’ se debe a la presencia de demonios, pues han abierto puertas con el cometimiento de varios pecados: adicciones, asesinatos, ocultismo, idolatría, violaciones, mentiras, entre otros”, manifiesta Isabel Vera.
El pastor Caicedo expresa que son demonios que engañan haciéndose pasar por personas que fallecieron.
“Satanás es padre de la mentira. ¿Qué es más fácil: invocar a un demonio a sabiendas o a un ser querido con quien quiere estar en contacto? De allí nace el ‘invocar a los muertos’, que la Biblia prohíbe”, declara Caicedo.
Según él, este engaño busca desviar la atención de Dios y centrarla en el espíritu con el que se comunican. “Quienes hablan con los espíritus/demonios buscan muchas veces favores, guía, etc. Y posiblemente quiera algún tipo de adoración. Al decir el ‘almita me cuida’ ponen su confianza en el demonio (sin saberlo) y no en Dios”, enfatiza el religioso.
Pa’ rematar: Altar demoníaco
El pasado 2 de octubre, en un operativo policial en la Cárcel Regional de Guayaquil, supuestamente se halló un altar de la Santa Muerte (dos figuras de cráneos, pan, agua, naipes y una cadena que parecía ser un rosario). ExPPL confiesan que hay cuadros de la Santa Muerte y cruces invertidas (símbolo satánico).
Vera sostiene que estos altares dan cierto ‘poder’ y protección a sus devotos, pero piden sacrificios a cambio.
“Normalmente las personas que viven en oscuridad, sus ritos y ceremonias van bañadas de sangre, descuartizan gatos, perros, ahora lo hacen con seres humanos. Lo que más reclaman estos falsos dioses es sangre, queriendo emular el sacrificio de Cristo, que trae paz, perdón, sanidad, libertad a la gente; los ritos de ellos es lo opuesto, generan violencia”, explica el pastor Jaime Vásconez.
Carrasco reconoce que en el tiempo en el que estuvo con su ‘almita’ (demonio territorial que solo habitaba en la celda 85), él se volvió más sanguinario y perverso. “Me macheteaban y seguía en pie y cero compasión por los demás”, confiesa.
Don del espíritu y ataques
“Si se habla de entes demoníacas es necesario hablar del discernimiento de espíritu, un don (regalo) del Todopoderoso para sus hijos; consiste en identificar quién habla o actúa: Dios, el diablo o la persona”, dice Vera, quien asegura tenerlo.
“Percibo la presencia demoníaca con los sentidos, veo sombras, puedo notarlo en la mirada de alguien. Huelo el estiércol. Oír es más notorio: insultos, peleas, etc. Y se me pone la piel de gallina. La Biblia lo respalda: “Un espíritu pasó frente y se me pusieron los pelos de punta, Job 4:15”, precisa la mujer.
Ella sostiene que ha orado por la ‘Peni’ y al hacerlo sintió que la apretaban de la garganta y no la dejaban interceder y vio varias calaveras. Su interpretación es que la muerte está posicionada en el sitio.
“Antes de la masacre del 23 de febrero, una hermana soñó con reos asesinando y decapitando en una cárcel, exhibían cabezas como trofeos. No le dio importancia y no oró, luego al ver las noticias confirmó que fue una advertencia de Dios y la pasó por alto”, finaliza.
¡Le han cortado el camino a Dios!
“Si no lo dejan entrar al Señor habrá más muertes. Las autoridades le han cortado el camino a Dios. Si Él no entra, ingresa el diablo”, considera José Carrasco.
Él es parte del ministerio carcelario del Centro Cristiano de Guayaquil, Primero Dios. Por 12 años han evangelizado en recintos de privación de libertad de Guayaquil (‘Peni’, cárcel de mujeres, la Regional, CDP, La Roca y correccional de menores).
Estos 50 voluntarios (hombres y mujeres) saben que están en una guerra espiritual. “La lucha no es contra carne y sangre (personas), sino contra potestades de las tinieblas, lo revela la Escritura”, expresa el pastor Jaime Vásconez, líder del grupo.
En estos sitios han predicado, bautizado, han realizado retiros, ayunos, vigilias. “Es más, por las matanzas nos hemos unido con los PPL para clamar y ayunar por este asunto delante del Señor”, indica el pastor.
Carrasco cuenta que orando, el Creador le mostró el por qué del accionar de los reos. “Han generado niños maltratados, abusados y se están desquitando”.
Isabel Vera confirma que esa misma revelación recibió de Dios. Ambos no se conocen ni son parte de la misma iglesia.